Con las agradables temperaturas que nos visitan en este tiempo, dan ganas de salir a pasear, y qué mejor que disfrutar de todo un día al aire libre con buena compañía y un rico picnic. Una especialista en Nutrición de la Universidad del Pacífico entrega algunas útiles recomendaciones.
“Que sea atractivo, sabroso, seguro de transportar (sin derrames), que no se descomponga fácilmente, que no tenga mal olor y, por supuesto, que sea fácil de comer”. Esas características son el punto de partida para tener un picnic exitoso, según la docente de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Stefanie Chalmers.
Sin embargo, hay otros aspectos básicos que también se deben considerar para materializar la grata experiencia del picnic y la vida saludable. “El picnic ideal no debe generar molestias intestinales, mal aliento, exceso de sed ni efectos nocivos en la salud”, advierte la nutricionista.
Por lo tanto, indica que para hidratarse se deben preferir las bebidas sin gas, favoreciendo las infusiones o el té frío, que son una opción inteligente y segura. “Estas, además de refrescar, son originales, sin aporte calórico y muy económicas. Además pueden generar un ambiente agradable con sus aromas. Recomiendo la infusión de menta y especialmente el té de caramelo con unas gotitas de esencia de almendra. A cualquiera de ellos se les podría añadir endulzante, pero sugiero probarlos solos antes de decidir”, acota.
Siempre con los líquidos, plantea otra alternativa. “Un buen dato es el consumo de aguas envasadas con sabores, las que también encontramos en su versión dietética y, en muchos casos, enriquecidas con minerales”, agrega.
Los jugos también pueden ser buenos compañeros. “Esto siempre y cuando se escoja alguno sin calorías, porque no es para nada recomendable el consumo de los jugos tradicionales de caja o botella, que son altamente calóricos y con tanta carga de azúcar, que poco aportan a una adecuada hidratación. Por el contrario, los jugos naturales son una excelente alternativa cuando se ingieren recién preparados, pero como es poco práctico llevar utensilios para dicho evento al aire libre, lo común es que repose demasiado tiempo antes de su ingesta, perdiendo gran parte de sus propiedades saludables y con riesgo de descomposición”, señala Chalmers.
La docente de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico aporta un dato adicional y ecológico. “Cuando nuestro picnic quede a más de 1 hora de la casa, podemos reutilizar las botellas de agua mineral desechables y llevarlas con la infusión o jugo preparado y congelado o a medio congelar (dependiendo de la lejanía), ya que esto permitirá que se encuentren fríos al momento de la ingesta y, además, le hacemos un favor al planeta”, comenta.
Aunque para muchos el picnic es sinónimo de huevo duro, para la experta hay ciertas reservas. “Los huevos duros pueden no ser del todo buenos compañeros, ya que usualmente solo son felices quienes los comen, pero el aroma puede incomodar a quienes desean disfrutar del aire fresco y aroma de los árboles, el pasto o el mar”, indica.
Si la intención es que el picnic se convierta en un almuerzo, Stefanie Chalmers recomienda incluir ensaladas. “Será necesario llevar ensaladas de hoja en abundancia e incorporar en ella alguna fuente de proteínas, como pollo o queso. Si se tiene un acceso cercano al agua, también se pueden transportar tarros de pescado en lata”, añade.
Por último, la docente de la Universidad del Pacífico recuerda que no hay olvidar que los alimentos, principalmente los lácteos, deben ser transportados en un cooler frío para evitar su descomposición y los consecuentes malestares gástricos.
Algunas ideas para picotear:
– Frambuesas y arándanos: “Son ideales, ya que dan un atractivo en color, aroma y sabor al paseo. Además pueden congelarse y transportarse así, y no necesitan ser endulzadas ni peladas, y se pueden disfrutar sin ensuciarse las maños”.
– Cubitos de pollo asado, aderezado con hierbas a gusto.
– Frutos secos.
– Rollitos de jamón.
– Tomatitos cherry.
– Champiñones crudos.
– Bastones de zanahoria y pepino.
– Rodelas de zapallo italiano (puede ser con cáscara).
– Todo esto se puede untar en salsa de yogurt con ciboulette, aderezo digno de considerarse un manjar para el paladar y el organismo.
– Infusión hidratante muy fría.
Foto vía: gatheredagain.com