Cumplir 100 o 120 años de vida será un hecho común en un futuro próximo. Los avances de la ciencia permiten hoy vivir más e incluso prometen desarrollar tecnología genética para prevenir las enfermedades.
Los productos farmacéuticos de última generación, los antibióticos, la mejor calidad de la nutrición y los avances en las medidas de salud pública permiten que un individuo occidental, en condiciones de salud normales, tenga hoy la expectativa de vivir casi 80 años, en relación a los 40 o 50 que podía alcanzar a principios del siglo XX. Este hecho es uno de los temas que más preocupan a los científicos del mundo entero, porque vivir muchos años sin calidad de vida puede convertirse en una tortura. La forma en que se envejece está determinada por causas genéticas, ambientales y de la historia de cada organismo, pero los seres humanos pueden actuar sobre su propio envejecimiento, protegiéndose de los factores de riesgo y adquiriendo hábitos desde la niñez.
Acerca de este tema, nos habla el doctor Jay Van Gerpen, neurólogo, investigador y profesor asistente de neurología de la Clínica Mayo de Jacksonville, Florida.
1) Doctor, ¿qué pasa con las personas que alcanzan edades muy avanzadas? ¿Va la salud física siempre acompañada de la capacidad mental?
A medida que las personas envejecen, se produce un deterioro general de la función del tejido, por ejemplo, problemas de vista y audición, artritis, así como también una disminución de la masa muscular, conocida como sarcopenia. El deterioro de la cognición también es típico, pero no es necesariamente envejecimiento normal. Con este último, los cambios cognitivos de una persona, por ejemplo, la pérdida de memoria a corto plazo, deberían producirse muy gradualmente, a lo largo de muchos años.
2) ¿Favorece el bienestar físico a la cognición en su conjunto?
Hoy en día, la evidencia es abrumadora en cuanto a que la condición física está directamente relacionada con la preservación cognitiva. Específicamente, dado que el caminar emplea todos los niveles del sistema nervioso, desde el cerebro hasta el músculo, coordinado en una variedad de formas complejas, la ambulación es una forma muy eficiente para beneficiar la cognición. Así, mientras que muchas formas de ejercicio son recomendables para la salud general,el mayor beneficio viene de caminar. Las pautas actuales indican que cada adulto camine 10.000 pasos al día para la preservación máxima de su cerebro. No es necesario hacerlo de una sola vez. Por lo tanto, es necesario que cada uno de nosotros utilice un podómetro, para verificar cuántos pasos generalmente damos en 24 horas y esforzarse por alcanzar el objetivo de 10.000 pasos.
2) ¿Cómo uno aborda el “hacerse viejo”?
El maestro en cello, Pablo Casals, que seguía dando conciertos a los 90 años de edad, dijo una vez: “Retirarse es prepararse a morir”. Mantenerse activo, tanto física como cognitivamente, es esencial para mejorar las probabilidades de que uno envejezca con gracia. Si una persona llega a la edad de jubilación normal, y ya no considera que su trabajo sea gratificante, ¡debe elegir otra carrera! Esto no significa necesariamente que una persona deba encontrar otro trabajo en sí (aunque esto puede ser una buena opción para algunos). La nueva “carrera” puede consistir en una variedad de actividades, como dedicar más tiempo a tocar un instrumento musical (¡o aprender a tocar uno!); el aprendizaje de una lengua extranjera (o repasar alguno que se inició antes, en la época del colegio); ejercicio (véase más arriba); y el trabajo voluntario (por ejemplo, un ingeniero jubilado podría dar tutoría a los estudiantes de secundaria que tienen dificultades en matemáticas). Cualesquiera que sean las actividades, no deben incluir el ver televisión. Se ha demostrado, en varios estudios, que esta última actividad se correlaciona directamente con el deterioro cognitivo. Así, mientras que la mayoría de la gente quiere ver un programa de vez en cuando, por ejemplo, un partido de fútbol, se debe considerar el hecho de que, casi siempre, hay una manera más satisfactoria para pasar el tiempo que echarse frente a “la caja tonta”.
3) ¿Hay consideraciones en la medicina que sopesan la longevidad como no solo “seguir con vida”, sino como una cuestión de salud, de calidad de vida?
El concepto de “calidad de vida” es complicado, ya que significa diferentes cosas para diferentes personas, incluyendo a los médicos. Mientras que algunos pueden optar por hacer todo lo médicamente posible para mantener a la persona con vida, como ponerlo en un ventilador mecánico, a pesar de tener la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, otros (incluyendo a este médico) han dado instrucciones a su familia para no mantenerlos con vida en caso de ser cognitivamente incapacitado y requerir soporte vital, como un ventilador, un tubo de alimentación, etc. Lo vital para un individuo es cumplir sus deseos acerca de “el fin de la vida”, temas inequívocamente claros para su familia y para el médico de atención primaria.
4) “¿Hay estadísticas que muestren cuánto pueden vivir las personas mayores?
Actualmente, 120 años parece ser la vida útil máxima que un individuo teóricamente puede alcanzar.
Para más información acerca de los tratamientos para la demencia, la enfermedad de Alzheimer y otras condiciones neurodegenerativas disponibles en la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida, llamar al departamento de Servicios Internacionales al teléfono 904-953-7000 o enviar un email a intl.mcj@mayo.edu. Para más información en español, visite MayoClinic.org/espanol. Twitter: @ClinicaMayo y Facebook.com/MayoClinicEspanol