Para la mayoría de los hombres y mujeres esta época del año evoca felicidad y optimismo: los días son más cálidos y luminosos, por esto hay más tiempo para disfrutar de entretenidas actividades al aire libre. Sin embargo, existen personas que ven afectado su estado de ánimo durante este período, siendo invadidos por la tristeza y dejando abierta la puerta para que la depresión aceche.
Este sentimiento de tristeza y melancolía recibe el nombre de Trastorno Afectivo Estacional, aludiendo a los cambios de temporada que hay durante el año. Con la llegada de una nueva estación, se genera una alteración importante en el estado de ánimo de las personas que se encuentra más vulnerable emocionalmente.
El trastorno se explica porque los cambios en la duración e intensidad luminosa y en el aumento de la temperatura durante la primavera, gatillarían alteraciones en los sentimientos de las personas. Durante este periodo se ven afectados los ciclos circadianos que regulan los procesos hormonales, la fase sueño-vigilia y el ánimo en los seres humanos y animales.
Según Fernando Marchant, psicólogo de Vidaintegra “otro factor que influye en este estado de tristeza constante son las expectativas que se generan con la llegada de la primavera: se espera que durante esta estación del año todo sea alegría, placer, entusiasmo, desarrollo social y afectivo. El problema es que la persona no se siente capaz de responder a estas expectativas y decae su ánimo”.
¿Cómo reconocer la depresión?
Según la última Encuesta Nacional de Salud 2010, más del 17% de los chilenos sufre de algún tipo de enfermedad depresiva, siendo especialmente vulnerables las mujeres. Esto se debe a que ellas tienen una disposición hereditaria más fuerte y porque cuentan con variables emocionales y hormonales de mayor sensibilidad. Lo anterior se hace más fuerte durante la primavera, por lo que es importante estar atento a los síntomas.
El especialista de Vidaintegra asegura que para “la persona que presenta un Trastorno Afectivo Estacional, debe en los dos últimos años presentar cambios en su estado anímico con el cambio de estación, en este caso la primavera. Cursan con sintomatología depresiva, alteración en el sueño, desmotivación, desgano, apatía, con menos autoestima y ganas de comer cosas dulces. También se muestra frustrado, desanimado, aburrido, fatigado, y en el caso de las personas más psicosomáticas, tendrían dolores físicos, mal dormir y sobrepeso”, afirmó.
Cambios biológicos que se pueden notar:
- Aumento o pérdida de apetito.
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Baja de la libido.
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Alteraciones en el sueño: insomnio de conciliación, despertar precoz, sueño poco reparador.
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Subida o baja de peso importante.
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Cambios emocionales y sociales como: desinterés por las cosas cotidianas y desmotivación por sus actividades cotidianas (estudio o trabajo).
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Aislamiento social sin motivo aparente.
Consejos
El psicólogo de Vidaintegra, Fernando Marchant, entrega algunos tips para evitar enfrentar un período de tristeza y desánimo:
- Cuidar de sí mismo: coma equilibradamente, duerma lo suficiente y haga ejercicio, como por ejemplo caminar más. Reúnase con sus amistades: tanto en el trabajo y fuera de la oficina. Hablar, compartir un rico café estimula y hace bien.
- Tomar un descanso: haga agradable su fin de semana. Durante la jornada laboral intercale descansos breves. Una buena iluminación y adecuada temperatura estimula y reconforta su ánimo.
- Cuídese del estrés: no ande corriendo. Administre bien el tiempo, realice primero las tareas prioritarias, programe las labores difíciles para las horas de mayor productividad y lo más fácil déjelo para cuando se sienta cansado. La ansiedad y la depresión van de la mano.
- Busque ayuda: si está sobrepasado emocionalmente, una buena idea es consultar con un especialista.