La Felicidad es una decisión personal, donde confluyen la razón, el estado del alma y mucha voluntad. No llega con el dinero, un golpe de suerte ni por casualidad, sino que se construye con dedicación, con pequeñas acciones diarias y mucha perseverancia.
En el año 2012, las Naciones Unidas definieron la necesidad de contar con un día para ser feliz, como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo. Desde ese 20 de marzo, se viene celebrando el Día Internacional de la Felicidad, aunque 40 años antes, el gobierno de Bután ya contaba con su propia celebración, pues había decidido que la felicidad sería el pilar fundamental de Gobierno. Sin duda un ejemplo a seguir!
Según los expertos, la felicidad no es un fin ni una meta en la vida, sino que un recorrido que construimos a diario y en el cual, la práctica de algunas actividades nos pueden ayudar a acercarnos a este estado de bienestar.
Aquí te compartimos algunas de estas claves:
Sé optimista
A todo lo que nos ocurre, podemos decidir darle una interpretación positiva o negativa. Opta siempre por una mirada positiva, pues tu realidad dependerá del prisma con que la mires. Igualmente, está demostrado que el lenguaje verbal construye realidad, por lo que siempre di las cosas en positivo y no poniendo peros o negaciones. Después de un tiempo verás que es cosa de práctica.
Sé agradecido
Muchas veces ponemos la mirada en aquello que nos falta: no encuentro el amor, no me puedo embarazar, no adelgazo nunca, no tengo el trabajo que quiero, etc. Pero si cada mañana al despertar piensas que tienes todas las partes de tu cuerpo, tus sentidos, trabajo, familia o amigos que te quieren, te darás cuenta que tienes mucho por lo cual agradecer. Entonces, al comenzar tu día, agradece por tres cosas buenas que te hayan sucedido o vayan a pasar y de esa manera partirás una nueva jornada con pensamientos positivos y eso sin duda mejorará tu estado de ánimo. Algunas personas incluso tienen un cuaderno de agradecimientos, que es una tremenda herramienta para valorar y enfocarnos en todo lo bueno que nos pasa en la vida
No te apegues a lo material
Aunque vivamos en una sociedad material, en la cual los énfasis están puestos en el cómo te ves y qué tienes, somos seres libres y debemos dejar ser libres a los demás. La propiedad es una ilusión y muchas veces podemos perder todo lo que tenemos de la noche a la mañana. No acumules para el futuro, pues puede ser que te pases la vida acumulando en vez de disfrutando.
Practica la espiritualidad
Sea en lo que sea que creas o incluso, si no crees en ni un ser superior, es fundamental dedicar tiempo a una reflexión trascendente, cuestionarnos por el sentido de la vida y conocernos a nosotros mismos, para saber qué es lo que realmente me hace feliz en la vida. Tal vez la práctica de yoga o mindfullness te podrían ayudar en un periodo inicial.
Pide perdón
Muchas veces en la convivencia diaria las personas se hieren, producto de dinámicas poco sanas, de hábitos distintos adquiridos en alguna etapa de la vida, de diferencias culturales, sociales o simplemente porque la naturaleza humana es compleja. Por ello es importante darse un tiempo para pedir perdón, para tomar distancia y hacernos conscientes de todo lo que hemos hecho que pudo causarle daño a alguien o a nosotros mismos.
Realiza alguna actividad física
Si lo tuyo no es el gimnasio, hay miles de opciones que te pueden entretener y con las cuales puedes disfrutar ejercitar tu cuerpo. Ejercitar cuerpo fortalecerá tu voluntad y tu mente, ayudándote a tomar el control de tu propia vida.
Sigue tus sueños y cumple tus objetivos
Sean pequeños o gigantes, de corto o largo plazo, llénate de energía para lograr tus metas y no te quedes pegado en los obstáculos; piensa en cómo resolverlos y mira siempre hacia delante.
