No existe una “temporada” para los piojos, aunque suelen ser más comunes durante las vacaciones de verano y en marzo, cuando los niños vuelven a clases. A pesar que existen productos para eliminarlos, no hay muchos que los prevengan y la clave podría estar en el pH de la piel.

Los piojos son insectos del tamaño de semillas de sésamo que se alimentan exclusivamente de sangre humana durante 4-6 horas y ponen entre 4 y 5 huevos al día. Estos parásitos prefieren un ambiente alcalino para vivir que oscila entre neutro  (ph 7) o más. El pH ácido de la piel ayuda a protegerla de las bacterias y otros microorganismos dañinos. Cuando el pH de la piel cambia a un valor más alcalino, puede volverse más susceptible a las infecciones.

Por lo tanto, mantener un pH adecuado en la piel puede ayudar a prevenir la infestación de piojos.

Hay muchos productos que buscan eliminar los piojos, pero generalmente son muy fuertes y pueden resecar y sensibilizar el cuero cabelludo. Sin embargo, hay pocos productos que ayudan a prevenirlos, tal es el caso de Eucerin pH5 Shampoo, que activa y mantiene el sistema de defensas naturales de la piel desde el interior.  Esto se debe a su agente activo, Tampon Citrato pH5, que ayuda a restablecer la acidez natural de la piel, protegiendo así el cuero cabelludo y evitando el contagio de piojos.

Para comprobar la efectividad de este shampoo, se realizó un estudio en niños que padecen inmunodeficiencia y son más propensos a desarrollar pediculosis. “El estudio se realizó en niños que tenían un largo historial de padecer pediculosis. Se les administró el tratamiento necesario para eliminar piojos y liendres, y luego se dividieron en dos grupos: pacientes que usaron Eucerin pH5 Shampoo y aquellos que usaron shampoo de glicerina. En el primer grupo solo el 4% presentó liendres vivas, mientras que en el segundo, el 24% las presentó”, detalla Oscar Candia, Jefe de Visita Médica de Eucerin.

Sin embargo, es importante destacar que el pH de la piel no es la única forma de prevenir la infestación de piojos, ya que también se pueden transmitir por contacto directo con una persona infestada o con objetos contaminados. Por eso es muy importante revisar constantemente el cuero cabelludo, especialmente en los más pequeños.