La ansiedad y la tensión pueden desencadenar esta dolencia, que acarrea fuertes dolores, fractura de piezas dentales, entre otras complicaciones.

Uso terapéutico la toxina botulínica ha resultado una excelente alternativa para los pacientes que sufren de este problema

El bruxismo es el acto en que una persona aprieta los dientes o los hace rechinar involuntariamente y aunque este problema se asocia a cuando estamos durmiendo, también puede manifestarse durante el día.

La Dra. Carmen Moren, cirujano dentista y directora de la Clínica Dra. Carmen Moren, señala que unos de los principales problemas que acarrea el bruxismo es el desgaste de los dientes. “La fuerza dada por los músculos maseteros provoca que los dientes se vayan gastando y también el tejido óseo que los soporta. Finalmente se va dañando la articulación tempero-mandibular que es la que permite que la boca se abra y genera dolores que pueden ir aumentando, dependiendo del grado de bruxismo de la persona”.

Dentro de los factores que influyen en la aparición de este problema está el estrés diario al que están sometidas las personas y también una mala mordida, ya que inconscientemente se busca una posición en que la dentadura encaje.

SI bien no hay cifras oficiales, se estima que cerca del 20% de la población presenta esta dolencia y de ellos, solo el 30% está diagnosticado.

La Dra. Moren indica que este problema debe ser tratado por un odontólogo, quien recetará un plano de relajación, desgastes compensatorio o relajantes musculares, pero uno de los tratamientos que se está utilizando mucho, por su gran efectividad, es la aplicación de la toxina botulínica (Botox®). “La contracción de los músculos hace que se produzcan espasmos que generan dolor en la mandíbula, cada vez que coma o de manera espontánea. La aplicación de la toxina ayuda a relajarlos y así evitar el dolor. La acción  es inmediata, pero la idea es que siempre vaya acompañado de la indicación del odontólogo”, agrega la profesional.

Este tratamiento con toxina botulínica puede ser utilizado por todos los pacientes que así lo ameriten para aliviar el dolor y evitar este desgaste de los dientes y el daño a los tejidos de la zona. “La toxina botulínica dura alrededor de tres a cuatro meses, pero en los músculos maseteros puede durar seis a ocho meses, a diferencia de su uso en cosmética”, explica Carmen Moren.

Esta terapia alivia la fuerza con la cual las personas cierran la boca y rechinan los dientes y tiene la capacidad de producir cambios funcionales. Es ambulatoria,  su aplicación dura cerca de cinco minutos y se puede volver a la rutina de inmediato.

Si bien el bruxismo es un acto involuntario, se pueden tomar algunos resguardos para evitarlo:

-Practicar deportes, ya que el ejercicio reduce el hábito de apretar los dientes, permite relajarse y tener un sueño profundo.

-Tomar descansos durante sus actividades diarias y realizar actividades recreativas. También sirve escuchar música antes de acostarse para relajarse.

-Disminuir el consumo de cafeína.

-Comer sano y liviano en las noches.

Foto vía: www.lookfordiagnosis.com