Cada día son más los jóvenes “millennials” quienes se acercan a las diversas clínicas especializadas en belleza, para realizarse procedimientos con bótox. Una noticia que podría parecer alarmante, pero que tiene mucho sentido de prevención.

En Clínica Terré el grupo etario de 19 a 34 años ha manifestado un significativo aumento, el cual se debe a la conciencia preventiva que se ha empezado a generar,  respecto a los beneficios en el largo plazo de una aplicación temprana de bótox facial.

La utilización diaria de bloqueador solar y desmaquillarse todas las noches, ya no son los únicos cuidados necesarios para el rostro. La aplicación de bótox en cantidades disminuidas y de manera parcelada, también empieza a ser una técnica frecuente para prevenir el envejecimiento, ya que esta aplicación temprana disminuye la aparición de surcos y arrugas en el futuro.

En Estados Unidos las estadísticas muestran de que jóvenes entre 19 y 34 años han aumentado los procedimientos con bótox en un 41% entre 2011 y 2015. Lo que da un total de medio millón en tan solo un año.  Este boom internacional tiene su origen en la visión preventiva de esta técnica, la cual reduce en el largo plazo la  aparición de arrugas y surcos en el rostro, además de ser una herramienta positiva para el control de migrañas y disminución de bruxismo.

¿Qué tan joven me puedo poner Bótox? Esa es una pregunta frecuente que como especialista de Clínica Terré me ha tocado resolver en incontables ocasiones. Aclaremos que no existe una edad determinada para realizar este tratamiento, sin embargo en cuanto uno empieza a notar la aparición de una nueva marca de la edad en el rostro, mi consejo es a actuar con prevención y tratar esa línea de expresión, con el fin de detener su aumento, ya que mientras antes actuemos mejores son los resultados en el futuro.

Columna de Doctora Paula Vergara Vargas, Jefa de estética de Clínica Terré