La práctica de ejercicios conlleva a una mayor liberación de endorfinas por parte del cerebro, la hipófisis y otros tejidos. Esto nos conduce a un estado de euforia, de bienestar emocional y de, incluso, disminución de la sensación de dolor.
Lo primero que hay que tomar en cuenta es que no debemos tomar la práctica de ejercicio como una cosa más en la lista de tareas pendientes. La idea es que disfrutes, ya sea un partido de tenis, un momento para meditar o una caminata al parque de ida y vuelta o asistir a un centro de entrenamiento, y haz que esto forme parte de una rutina habitual. Cualquier forma de actividad física puede ayudar a la relajación y convertirse en una parte importante de tu enfoque para aliviar el estrés.
El ejercicio, prácticamente en cualquier forma, puede ayudar a bajar los niveles de ansiedad, ya que si nos mantenemos activos aumentamos los índices de endorfinas que nos hacen sentir bien y nos distraen de las preocupaciones cotidianas.
Cualquier clase de ejercicio, desde aeróbicos hasta entrenamiento funcional, puede aliviar el estrés. Aunque no seas un atleta o no estés en forma puedes lograr que un poco de actividad física sea de gran ayuda para el manejo del cansancio.
Según Rodrigo Errázuriz, Gerente General de SpeedWorks,“el deporte no sólo nos ayuda a estar en forma físicamente, sino que mental y emocionalmente también, ya que es considerado una meditación en movimiento lo que ayuda a mejorar nuestro estado de ánimo y a manejar nuestra ansiedad”.
Generalmente, la gente que hace deporte suele ser más tranquila y afronta los problemas de una manera más pausada, ya que los efectos de realizar ejercicios recaen sobre el sistema nervioso y hace que la adrenalina sea más sensible a las moléculas de endorfinas.
“Considerando el momento que hoy vivimos con la pandemia, me parece fundamental el rol que cumple el deporte en las personas, con el estrés y la salud mental que actualmente son una problemática que ha ido en aumento y no nos puede dejar indiferentes”, expresó Errázuriz.