Francisca Albert, neuróloga de IntegraMédica, nos explica ante qué situaciones es relevante consultar a un especialista y qué se puede hacer para prevenirlos.
Pueden situarse en toda la cabeza, solo a un lado o en sectores, pero lo cierto es que las cefaleas o dolores de cabeza no pasan desapercibidos y, en general, producen bastante molestia. Según explica la doctora Francisca Albert, neuróloga de IntegraMédica’, se originan por diferentes causas, como por ejemplo ambientales, genéticas, hormonales, estrés, entre otras.
“Las más frecuentes son las migrañas, las cefaleas tensionales o las mixtas. En las jaquecas, generalmente se presenta una historia de cefaleas intermitentes, de distintas intensidades a pesar de ser similares entre ellas y los pacientes refieren que es el mismo dolor, pero más fuerte o seguido. En el caso de la cefalea tipo tensional, el dolor es habitualmente de menor intensidad y más difusa y los pacientes habitualmente consultan cuando llevan mucho tiempo y no se les pasa”, explica la doctora Albert.
Según detalla la neuróloga de IntegraMédica, tanto en la migraña como en la cefalea tipo tensional se da muy frecuentemente la automedicación, produciéndose en muchos de estos casos un dolor de cabeza permanente e intenso, que mantiene la automedicación. “Esta es la cefalea por abuso de analgésicos, que es más frecuente en las migrañas y el único tratamiento en estos casos es suspender los analgésicos que toma el o la paciente”, sostiene.
Cuándo consultar con especialista
Ahora, ¿cuándo es importante acudir a un especialista en el tema? “Es muy importante consultar cuando la cefalea sea distinta, nueva, cuando aumente mucho la frecuencia e intensidad o cuando se haga permanente. En esos casos se necesita un estudio como escáner o resonancia nuclear magnética de cerebro”, señala Francisca Albert.
Para disminuir las posibilidades de crisis y cronificación de las cefaleas, es decir, que el dolor se haga constante y permanente, la especialista recomienda un estilo de vida saludable, con poco alcohol, buena hidratación, con ejercicio moderado, alimentación saludable, vida social y control del peso.