Por: Elizabeth Salazar T.
Se estrenó el pasado jueves, el film “Dios del piano”, nos muestra a su protagonista Anat (Naama Preis), ella es una pianista que ha logrado destacar, pero no al nivel de lo requerido por su exigente padre. Cuando queda embarazada, tiene esperanzas en que su hijo sea el encargado de cumplir con las expectativas de conseguir éxito en una carrera musical, pero se encuentra con una dificultad, en sus expectativas. Debido a que su hijo nace sordo, Anat no quiere enfrentar y asumir la situación, y hace todo lo posible para que el niño, puede igualmente desarrollar su talento, tocando piano. El niño es talentoso y hereda el amor por la música que hay en la familia, pero las exigencias de su madre, terminan cansándolo y comienza a rebelarse.
En un relato sobrio y bien contado, sobre los padres que buscar su realización a través de sus hijos. Es angustiante ver a la protagonista, hacer todo lo posible por hacer realidad sus anhelos, tratando de asegurar que su hijo, logré el éxito que ella tanto anhelaba. Además, de tratar de ganarse el respeto y admiración, de su progenitor a costa de su hijo.
Uno de los momentos, más significativos es cuando el niño quiere ir a su paseo de colegio y la madre le dice que no le dará autorización, porque debe prepararse para su examen de piano. La frustración del niño es tal, que llega al punto de falsificar la firma de padre, para así poder asistir, en un acto de desesperación. Es un momento, que conmueve profundamente, ya que muestra la desesperación del hijo y la terquedad de la madre en pos de su objetivo.
La ópera prima del cineasta israelí Itay Tal, esta muy bien realizada. Es un drama, que muestra en forma certera, al punto que pueden llegar las obsesiones y las exigencias de padres que buscan su realización a través de sus hijos.
Se puede ver en el Cine el Biógrafo.