El porcentaje de diabéticos aumenta sostenidamente en nuestro país, debido a un sistema de alimentación poco saludable y estilo de vida sedentario, entre otros factores. Como consecuencia de lo anterior, estos pacientes a futuro podrían padecer serias complicaciones renales. El diabetólogo de Clínica Vespucio, Rafael Ríos, aborda la prevención y explica que la enfermedad renal crónica se origina de diversas afecciones crónico-degenerativas, como la diabetes mellitus y si no se trata, podría traer malas consecuencias para la salud.
La diabetes es una enfermedad grave, que consiste en el aumento del azúcar en la sangre (hiperglicemia) producido por un mal funcionamiento de la insulina, la hormona producida en el páncreas que ayuda a controlar la glicemia y a procesar la azúcar consumida en los alimentos.
Esta enfermedad no produce síntomas hasta muy avanzada y en la mayoría de los casos, se descubre porque el paciente presenta una pérdida abrupta de peso corporal, mayor frecuencia y cantidad de orina y sed excesiva. El especialista de Clínica Vespucio, explica que “si esta patología no se controla en forma periódica, podría ocasionar serios problemas al corazón, a la vista y principalmente a los riñones”.
De hecho, el último registro de Hemodiálisis Crónica en Chile, por Insuficiencia Renal Crónica, refleja que el 37, 8% de los pacientes que se encuentran en hemodiálisis, son diabéticos. El profesional de Clínica Vespucio, asegura que lo anterior ocurre “porque los altos niveles de azúcar en la sangre, provocan que los vasos se estrechen y se obstruyan. Por tanto, sin la suficiente cantidad de sangre, los riñones terminan deteriorándose”.
La Insuficiencia Renal Crónica por causa diabética
Esta enfermedad se descubre a través de exámenes de sangre e imágenes que reflejarán el daño del riñón. Cuando la función de este órgano no es óptima, los pacientes pueden presentar anemia debido a que no producen suficientes glóbulos rojos, comienzan a retener sustancias toxicas derivadas de la metabolización de las proteínas, retienen líquido y es probable que se eleve la presión sanguínea, explica el doctor Rafael Ríos.
En estos casos, el especialista recomendará un tratamiento que sustituya la función de los riñones deteriorados. Para estos casos, existen tres opciones para el paciente: la hemodiálisis, diálisis peritoneal y, en último caso, el trasplante renal.
Cuidados
Un paciente con insuficiencia renal deben mantener un buen estado nutricional y evitar las sustancias tóxicas que el riñón no es capaz de eliminar. Asimismo, es importante realizar algún tipo de actividad para que la persona se mantenga en buen estado.
El especialista recomienda lo siguiente:
- Consumo de sal: Dado que el organismo tiene dificultad para eliminar el sodio, NO se debe consumir este condimento, que además favorece la retención de líquido.
- Carnes: La alimentación debe ser baja en proteínas, por lo que el consumo se debe reducir a 100 gramos al día.
- Aceite: Prefiera el de oliva y distribuya el consumo entre las comidas que tenga durante el día.
- Legumbres: Por su alto contenido de proteínas y potasio, se debe restringir su consumo a una vez por semana y una ración pequeña.
- Frutas y verduras: Hay que tener cuidado con las verduras y frutas, ya que tienen mucho potasio. Cuando el paciente no lo elimina por el riñón, lo acumula en la sangre y podría provocar problemas musculares.Por esta razón, se debe limitar el consumo, a una fruta pequeña por día y en cuanto a las verduras, opte por las congeladas. Si son crudas, hiérvalas dos veces y bote el agua después de cada cocción.
- Ejercicio físico: Mejora la circulación y ayudará a que la persona se sienta mejor; como por ejemplo, una pequeña caminata.
Prevención
Al respecto, el doctor Rafael Ríos, de Clínica Vespucio, sostiene que “la diabetes es una patología que ocasiona muchas complicaciones con el paso del tiempo; por lo tanto, la clave es la prevención”. Por lo anterior, es fundamental que las personas mantengan un estilo de vida saludable, realicen actividad física constantemente, además de controlarse la glicemia de manera preventiva, sobre todo quienes presentan factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, antecedentes familiares de diabetes e hipertensión arterial.