Cuando da hambre en invierno, muchos pueden reconocerse en esa sensación de antojos con azúcar y quedar tan satisfecho, como para después ir a dormir.
¿Pero es verdad que dan más ganas de comer carbohidratos para lograr aumentar la temperatura corporal en invierno? Acá te lo contamos.
Un rico pan, pastas calientes, donuts y bebidas con alcohol son reconocidos como alimentos que las personas prefieren en las épocas de frío. Durante el invierno, muchas personas reportan un aumento en su deseo de consumir carbohidratos. Este fenómeno, a menudo considerado un mito, tiene en realidad fundamentos científicos que lo respaldan. Según Chris Pefaur, nutricionista de laboratorio Nutrapharm, “existen varios factores biológicos y ambientales que pueden influir en este comportamiento alimentario”.
Hay evidencia científica que sugiere un aumento en el deseo de consumir carbohidratos durante el invierno. Este fenómeno se relaciona con el efecto térmico de los alimentos. “Después de ingerir un alimento se presenta un incremento en la temperatura corporal, conocido como acción dinámica específica de la comida, actualmente denominado Termogénesis Inducida por la Dieta (TID) o Efecto Térmico del Alimento (ETA), este aumento en la temperatura corporal puede hacer que busquemos alimentos que nos proporcionen calorías rápidamente, como los carbohidratos”, explica Chris Pefaur.
Los factores biológicos que influyen en el aumento del apetito por carbohidratos en climas fríos, están relacionados con la regulación homeostática y el ritmo circadiano. Pefaur explica que “el apetito se encuentra controlado por el hipotálamo, basado en señales metabólicas circulantes como los niveles de leptina, glucosa e insulina. Estas señales se mezclan con el ritmo circadiano, permitiendo al cuerpo sincronizarse con factores externos como la temperatura y la disposición de alimentos”.
Las estaciones del año, especialmente el invierno, pueden afectar el metabolismo y las necesidades energéticas del cuerpo. En este caso el consumo de una dieta alta en grasa en horarios restringidos, sin reducción calórica, puede suprimir el desarrollo de obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles. Además, los horarios de alimentación tienen profundos efectos en el metabolismo humano, donde los desayunos abundantes y las cenas livianas mejoran los niveles de varios marcadores metabólicos y contribuyen a un peso corporal normal.
Durante el invierno, los carbohidratos más consumidos son generalmente los simples. Pefaur menciona que “el cuerpo pide alimentos que generen calor, pero estos no son los más adecuados debido a los problemas metabólicos que pueden generar, como diabetes u obesidad, de hecho, según la OCDE, el 74% de las chilenas y chilenos padecen obesidad o sobrepeso, cifra que se duplicó durante los últimos 13 años”.
Para manejar el deseo de consumir carbohidratos en exceso durante el invierno, es fundamental buscar la asesoría de un nutricionista. “Una de las indicaciones que más recalco es no seguir dietas de moda, ya que la clave para estar saludable es la personalización en la ingesta de alimentos. Y podemos potenciar los resultados con productos naturales como Grelix y Okrafit, los cuales al ser naturales y con eficacia comprobada, son un tremendo aliado para potenciar los resultados de manera segura a un peso saludable. Pero siempre de la mano con tu nutricionista para que logres el objetivo de estar saludable y activo”, concluye Pefaur.