Psicóloga recomienda probar al cuidador del recién nacido con anticipación y ser flexible ante los cambios que ocurrieron  durante el periodo de ausencia.

Para las madres, retornar al trabajo luego de tener un hijo habitualmente es difícil, porque enfrentan dos cambios simultáneos: alejarse del recién nacido dejándolo al cuidado de terceras personas, y retomar el ritmo laboral adaptándose a los cambios que se produjeron en el trabajo en su periodo de ausencia.

“Muchas veces las madres se cuestionan su reingreso al mundo laboral, pues sienten ansiedad al alejarse del hijo durante varias horas en el día, por cómo serán cuidados y tratados. A veces también perciben que no serán eficientes en el trabajo, pues estarán pensando en el bebé”, explica Nélida González, psicóloga laboral y gerente de Selección y Reclutamiento de GrupoExpro.

Para evitar sentimientos de culpa por alejarse del hijo y concentrarse en el trabajo en las horas laborales, la experta asegura que es importante preparar el retorno con anticipación y ser flexible ante los cambios.

En este sentido, la psicóloga  entrega algunos consejos para regresar al trabajo luego del postnatal:

Probar a los cuidadores: un mes antes de regresar al trabajo, sugiere dejar al bebé con las personas que lo cuidarán, ya sea un familiar, alguien contratado o sala cuna. Durante ese tiempo, es posible compartir con el bebé y sus cuidadores para observar cómo es tratado y cómo este reacciona a sus cuidadores. “Esto descomprimirá la preocupación por saber cómo está siendo atendido el bebé y corregir eventuales fallas”, explica González.

Avisar al jefe: comunicar con anticipación a la jefatura si se retornará al trabajo en la fecha que concluye el postnatal, se extenderá por licencias médicas o si definitivamente no se regresará.
Esto permitirá al jefe avisar al reemplazante que pronto concluirá su periodo, redistribuir tareas en el equipo devolviendo funciones a la madre que regresa o asignar nuevas responsabilidades laborales a la madre. “Avisar con anticipación aumenta las probabilidades de retomar las funciones que se tenían antes del pre y postnatal”, añade la experta.

Flexibilidad: es importante volver al trabajo con una actitud abierta a aprender y adaptarse a los cambios que ocurrieron en la empresa durante los meses de ausencia.
En ese periodo, puede haber ocurrido fusión de áreas y cargos, cambio de clientes o jefe, o incluso de puesto físico de trabajo.

“Hay que tener flexibilidad para trasladarse de área, aprender nuevos sistemas de trabajo o asumir nuevas tareas. La ley establece, eso sí, que las nuevas tareas no pueden significar desmedro de las funciones y condiciones laborales previas al prenatal”, explica Nélida González.

Concentrarse en el trabajo: hay que evitar telefonear a la casa o sala cuna a cada momento para consultar cómo está el bebé. Al realizar una transición anticipada del cuidado, la madre debería estar tranquila que el niño es bien atendido.
La psicóloga sugiere que la madre escoja uno o dos momentos de la jornada laboral para hacer estas llamadas y evitar desenfocarse del trabajo. “Concentrarse en la jornada laboral le permitirá ser eficiente. En la medida que haga su trabajo en el tiempo que corresponde, cuando llegue a la casa se podrá enfocar en los hijos”, explica.