- Si un plato sencillo y bajo en calorías es sazonado con diversas especias y hierbas, la sensación de saciedad es 1.5 veces mayor en relación al no condimentado.
Estar a dieta no tiene por qué ser sinónimo de alimentarse con preparaciones aburridas o sin sabor, ya que podemos recurrir a ciertos condimentos que no solo ayudan a saborizar los platos más sanos, sino que también aumentan la sensación de saciedad y aceleran el metabolismo.
Sin olvidarse de la pimienta, el jengibre, la canela y cúrcuma, también está el ajo y el ají en todas sus versiones, los cuales poseen compuestos activos que, además de entregar un sabor picante, aumentan la temperatura corporal y aceleran el metabolismo, contribuyendo a aumentar el gasto energético diario entre 20 y 80 calorías diarias.
“Esto no quiere decir que por el simple hecho de agregar condimentos a algunos alimentos se podrá deshacer rápida y fácilmente de un par de kilos, ya que a pesar de las bondades que pueden tener, una dieta equilibrada y baja en calorías juega un rol importantísimo en una pérdida de peso efectiva”, recalcó la nutricionista de Fundación Banmédica, Consuelo Muñoz.
Asimismo, hay estudios científicos estadounidenses que demuestran que si un plato sencillo y bajo en calorías es sazonado con diversas especias y hierbas, la sensación de saciedad es 1.5 veces mayor en comparación al no condimentado.
También se ha demostrado que el consumo de condimentos tiene otros beneficios. Por ejemplo, la capsaicina –compuesto que entrega el sabor picante en los ajíes- reduce el desarrollo de células cancerosas; ayuda a fortalecer el sistema inmunológico; y combate la inflamación de las arterias.
Sin embargo, no es recomendable para quienes padecen de la enfermedad de Crohn, úlcera, gastritis, dispepsia y colon irritable, entre otras afecciones al aparato digestivo.
“Por eso, se recomienda incorporar los condimentos sólo a partir de los 3 años de edad, ya que recién ahí se considera que el aparato digestivo ha llegado a su madurez; además, debe hacerse de manera progresiva y en cantidades muy pequeñas”, aconsejó la especialista.
Ojo con la mayonesa, kétchup y mostaza
Si bien la mayonesa, kétchup y mostaza no tienen mucha relación con los condimentos, su consumo es muy alto y la mayoría de las personas lo usan para aliñar sus platos.
“La mayonesa está elaborada a base de huevo y aceite, en la cual predominan las grasas que, aunque necesariamente no son de mala calidad, sí tienen un alto contenido calórico. Por ejemplo, una cucharada posee cerca de 78 calorías y 8 grs. de grasa”, precisó Muñoz.
La única diferencia entre la mayonesa casera y la envasada radica en que ésta última tiene un periodo mayor de conservación, ya que la natural se elabora con huevo crudo y aumenta el riesgo de contraer salmonella.
Aunque el kétchup, tan apetecido especialmente por los niños, no tiene un contenido calórico y de grasas muy alto -solo 15 calorías por cucharada- su problema está en el azúcar y el sodio, al igual que la mostaza -que contiene demasiada sal- por lo que su consumo no es muy recomendable.
“La mostaza, cuando se consume en forma de granos, tiene un alto contenido de antioxidantes, que podrían ayudar a contrarrestar el efecto del envejecimiento, ciertos tipos de cáncer y otras patologías, pero tiene un contenido excesivo de sodio cercano a los 1.350 mg. por 100 grs.”, precisó la nutricionista.
Asimismo, recalcó que aunque su consumo no es del todo recomendable, si estas salsas están dentro de la dieta habitual de las personas, es aconsejable consumirlas en cantidades pequeñas y de forma ocasional.