Por Carmina Gillmore
Mediadora Familiar.
FIMEP (Foro Internacional de Mediadores Profesionales)
Es la pregunta que se están haciendo miles de mujeres en todo el mundo cuando, de repente, se vieron en las casas viviendo la multiplicidad de roles que han estado manejando los últimos años: profesional, madre, dueña de casa, esposa y además, hija, nuera, tía y madrina.
Ahora esto de “gerentear el hogar” cabe perfecto en estas circunstancias, sobre todo para nosotras mismas, porque si como mujeres no nos organizáramos en los roles sociales que tenemos, nos volveríamos locas.
Lo primero que recomendaría a las mujeres es que empiecen por hacer un orden mental de las actividades que están haciendo, para que no colapsen en el intento de hacer todo junto.
Simplemente no se puede trabajar las mismas horas que teníamos en la oficina y además, mantener la casa limpia, hacer las tareas con los niños, cocinar, planear juegos entretenidos para la familia y llamar a los padres, hermanos y amigos por teléfono, durante la mañana, por ejemplo.
Justamente una de las recomendaciones en que más hace énfasis los medios de comunicación se relaciona con la limpieza profunda del hogar. Entonces, como dueña de casa, la mujer quiere levantarse de la cama en las mañanas y ponerse a limpiar todo. Mientras hace eso, quiere aprovechar de cocinar “para adelantar”. Al mismo tiempo, si tiene niños pequeños, debe entretenerlos. Y, además, tiene que apoyar al marido para que trabaje en los proyectos en los que se encuentra. Por supuesto que mientras la mujer hace esto, está pensando en “todos los pendientes” para su propio trabajo, y la adrenalina sube y sube, junto con la ansiedad y estrés.
He conversado con muchas mujeres en las últimas semanas y se sienten realmente agobiadas, superadas. Entonces, la carga mental hace estragos en las noches, no permitiendo dormir bien para estar descansadas al día siguiente, y continuar. Comienza la desmotivación, el cansancio y es peligroso entrar en circuitos como estos.
Las mujeres son sumamente creativas porque han desarrollado el multitask desde que entraron al mundo laboral. Cuesta dejar de hacer cosas que siempre han estado a cargo de las mamás culturalmente, aún cuando el marido es cooperador y activo. Entonces, dejo algunos tips para que se pueda “sobrevivir la cuarentena y no morir en el intento”:
–Realizar las labores de la casa en horarios cómodos, sin calor y de manera entretenida, por ejemplo, con música. Si se vive con ganas y energía esta tarea, se podrá repetir con otra actitud después.
–Preparar menús novedosos, esto ayuda a “desconectarse” usando la creatividad, y al mismo tiempo, disfrutar de algo rico que activa los sentidos gustativos y lleva a un estado placentero.
–Leer novelas o libros pendientes ayuda a que el cerebro descanse trasladándose a una historia diferente a la propia. Además, el cuerpo vibra con las emociones que transmite la historia, sin diferencias si lo que está percibiendo es real o imaginario. Por lo tanto, leer es un buen mecanismo para restablecer equilibrios internos frente a las historias negativas que escuchamos y miramos en la TV.
–Parcelas las horas frente a las noticias, ya que sabemos nos conducirán a estados emocionales negativos. Entonces, ¿para qué exponerse muchas horas frente a las noticias? Se puede elegir, por ejemplo, una hora al día determinada.
–Pedir ayuda a los miembros de la familia en las tareas del hogar. No todo se tiene que hacer sola. Trabajar en equipo es una buena manera de enseñar valores familiares como la cooperación, responsabilidad y empatía.
–Compartir temores con la pareja es muy importante. Muchas veces nos sentimos “superwoman” pero la verdad es que esa mujer es ficción: no existe. Las reales, como nosotras, nos cansamos, desmotivamos y enojamos cuando estamos estresadas. Como la convivencia sana es lo que tenemos que cuidar para no caer en discusiones, es importante saber pedir ayuda cuando la necesito, además de contar lo que me pasa, y por supuesto, llorar si es necesario.
–Distribuir las llamadas a parientes con los demás miembros de la familia extendida. Estos días la soledad se hacen más palpable a los adultos mayores o quienes viven solos, entonces, necesitan de esa llamada telefónica o comunicación virtual. Lo mejor, repartirse esta actividad entre los hermanos, primos y sobrinos, por ejemplo, para que así todos estén acompañados.
–Seleccionar chats según la importancia que se está viviendo. Hoy, se han creado muchos y variados incluso sin consultarnos. Entonces, como se sigue trabajando y hay que estar pendientes de esos chats, además de los de los cursos de colegios y los de familiares directos, dejar algunos extras canales de comunicación que sólo entreguen mensajes positivos y alegren.
–Dejar espacios para estar sola y hacer lo que se quiera, como ver una película romántica, tejer, pintar, bailar, leer revistas, cantar, tocar un instrumento, lo que sea que conecte con la esencia de cada una. Eso realmente “descansa” y renueva el espíritu. Por supuesto, si es necesario, dormir siesta. Sobre todo si no se está durmiendo bien por las noches. Lo importante es mantener las defensas altas.
–Tener paciencia y flexibilidad para todo lo que no resulte de lo que uno se proponga. Cada día es diferente porque efectivamente la realidad mundial varía a cada minuto. Basta con pensar que estamos en una situación complicada, incierta y que nada es normal. Eso ya es suficiente. Tener el criterio de realidad pensado así, ayudará a despojarse de la autoexigencia que muchas veces, si no casi siempre, nos damos las mujeres.