Un estudio determinó que la repetición es la peor técnica para recordar información
¿Quién no aprendió una materia del colegio repitiendo la misma frase una y otra vez? Eran horas y horas de esfuerzo para que páginas y páginas de información se quedaran grabadas en la memoria y así poder sortear con algo de éxito la prueba del otro día. ¿El resultado? Algunos obtenían el 7, pero en un par de días todo lo aprendido pasaba rápidamente al olvido.
Según un nuevo estudio publicado en la revista norteamericana “Aprendizaje y la Memoria”, esto se debe a que la repetición es la peor manera de memorizar información, porque interferiría negativamente en la capacidad posterior de aprender una materia similar, debido a las lagunas mentales que deja en la memoria.
“Para tener una perspectiva general de una materia sirve tener múltiples encuentros con ella, pero al tratar de aprender algo mediante la repetición descubrimos que reduce la capacidad para discriminar entre objetos similares y las representaciones posteriores que se hagan de esos contenidos en la memoria”, afirmaron los autores del estudio, los psicólogos Henry Roediger y Mark McDaniel.
Es decir, según los especialistas, estudiar por repetición no serviría a largo plazo, ya que los conocimientos realmente no se aprenden ni se procesan de manera profunda.
¿La razón? Los investigadores declararon que se debe a que en una primera lectura se extraería la mayor parte del conocimiento, pero en la segunda pasada, se leería el texto con un sentido de “yo sé”, lo que haría que la relectura sea superficial, pero muy artificial pues ilusionaría al lector a creer que sabe, pero en realidad sólo son frases sueltas que difícilmente se podrán relacionar con otros contenidos.
Sin embargo, indicaron que no toda repetición es mala. Sino que requiere que sea practicada por intervalos de tiempo y no el mismo día, para darle espacio al recuerdo y repaso de lo memorizado.
“Lee un día tus tarjetas de estudio y al día siguiente, luego haz lo mismo los siguientes dos días y vuelve a repetir, siempre revisando mentalmente lo aprendido antes de volver a leer, de esa forma, el recuerdo posterior aumentará cada día”, proponen McDaniel y Roediger.
Las formas correctas de memorizar
Todo depende del objetivo que se busca. Así, si la idea es memorizar un discurso, se necesitarán más repeticiones que si se quiere aprender un idioma. La clave estaría en poner a prueba constante a la memoria y el recuerdo.
“Hemos experimentado con algunas personas el recordar una hora después lo que han leído por primera vez, y también recordar los hechos aprendidos durante los últimos tres días, una semana y un mes, los cuales funcionan de manera óptima para aprender”, señalaron los psicólogos.
Aunque también mencionan el Método de Loci, que consiste en colocar objetos en orden secuencial en un mundo construido mentalmente. “Por ejemplo, si se desea memorizar las palabras ‘pato’, ‘auto’ y ‘barco’, se puede imaginar la colocación de un pato en el suelo del salón, un auto en el cuarto de baño, y un barco en el patio. Y, para las tareas más complicadas, podría ayudar unirlos, imaginando un pato gigante que camina del auto al cuarto de baño”, explicaron.
Sin embargo, al parecer lo más efectivo para lograr una buena memorización de contenidos nuevos es la comprensión, de acuerdo a un artículo publicado por el sitio de noticias “The Daily Beast”, que cita una investigación publicada por el Journal of Cognitive Neuroscience.
En ese estudio se descubrió que los estudiantes de biología de segundo año, tenían un mejor rendimiento si la información que aprendían estaba relacionado con los programas que ya estaban estudiando.
“Si usted no sabe de inmediato la respuesta a una pregunta, podría primero intentar recordar lo que ya sabe acerca de ese tema. Esto puede ayudarle a llegar a la respuesta correcta después de todo”, concluyeron.
Por lo tanto, mientras más conocimiento se tenga sobre un tema será más fácil retener y recuperar información, de ahí que la recomendación constante sea siempre leer libros, ver noticias, documentales, porque cuando se sabe y comprende algo, será más fácil entender otras materias aún desconocidas.