No todas las pieles son iguales, cada una tiene sus características, por esto, es importante conocer e identificar qué tipo de piel tenemos para saber qué base de maquillaje se adecua mejor a nuestras necesidades. Desde DBS Beauty Store, entregan las siguientes recomendaciones para elegir la base correcta.
La base de maquillaje es uno de los productos más importantes de la rutina de maquillaje. Tal como lo dice su nombre, es la base sobre la cual se realizará todo el proceso posterior. Cumple la función de unificar el tono de la piel, cubrir imperfecciones y ocultarlas. Además, en su composición incluyen sustancias que pueden ser hidratantes, protectoras, entre otras. De esta forma, se consigue mejorar tanto el aspecto como la salud de la piel. Por lo tanto, para lograr un buen resultado, es fundamental hacer la elección ideal.
En la misma línea, David Loaiza, Estilista, Maquillador profesional y Capacitador de DBS, afirma que “es primordial hacer una buena elección de la base que pondremos sobre nuestra piel, ya que una mala decisión puede provocar irritaciones, acné, entre otras reacciones, mientras que si elegimos la base adecuada, puede incluso ayudar a mantener la piel aún más sana e hidratada”.
A continuación, explicamos las características más comunes de cada piel y qué base se adapta a la necesidades de cada una.
Piel Seca: Se caracteriza por su sensación de tirantez, apariencia opaca, y textura áspera. Por tanto, la base debe ser hidratante, con efecto luminoso o satinado. Importante es no usar las que sean acabado mate en este tipo de piel.
Piel Grasa: Generalmente los poros están dilatados y se detectan a simple vista, tiene apariencia brillante y es propensa a brotes de acné. Lo ideal es utilizar una base de maquillaje que matifique y que sea de coberturas medianas o altas, según el gusto.
Piel Mixta: Es una mezcla entre piel seca y grasa. Por lo general la zona T, frente y nariz son grasas y el resto seca. Para este tipo de piel, se sugiere elegir bases libres de aceites, las cuales tienen un acabado mate o semi mate. Se puede identificar en las etiquetas por su característica de larga duración.
Piel Normal: Se caracteriza por su textura lisa, suave y poros muy pequeños. Este tipo de piel tiene mayor libertad de productos, ya que puede usar bases con acabado semi mate (libre de brillo, efecto empolvado) o acabado luminoso (hidratado, fresco).
Piel Sensible: La piel sensible es una característica que puede afectar a todos los tipos de pieles. En este caso, se irrita y enrojece con facilidad. Por lo que resulta necesario que la base contenga un factor de protección solar elevado, ya que el sol agrava la condición de este tipo de piel.
Una vez que se elige la base, es recomendable probarla en el rostro, idealmente en la zona del hueso maxilar, difuminar la pequeña muestra aplicada para determinar si es el tono correcto, la cobertura ideal y el acabado según el tipo de piel.