Columna de la Psicóloga Varinia Signorelli
Comenzamos la primera semana de vacaciones de los niños y muchas de nosotras nos preguntamos qué hacer para que nuestros niños/as tengan un descanso adecuado, además de poder recrearse lo necesario. Es importante tomar vacaciones porque todo el semestre hemos estado sujetos a cumplimiento de responsabilidades y seguimiento de rutinas que nos hacen alejarnos un poco de reacrearnos en familia debido a los deberes y exigencias escolares. Algunas semanas hemos visto a toda la familia preocupada de pruebas y trabajos finales, lo cual remueve todo el núcleo.
Es recomendable y necesario tomar vacaciones que ayuden a desconectar a los niños/as de las obligaciones cotidianas escolares e interactuar con la familia. Lo importante es que en vacaciones descansen según nuestro cuerpo lo pida, intentemos flexibilizar en torno a los horarios, coman distintas cosas, etc. Es fundamental propiciar el descando, evitar llenar a los niños de actividades que finalmente puedem tornarse en exigencia al fin y al cabo, que no ayudarán a relajarlos. La risa cobra un papel fundamental, al igual que el sentirse a gusto, disfrutar y entretenerse. Recordemos que la risa ayuda a liberar endorfinas que nos hacen sentir mejor y ayuda a desestresarnos.
Los adultos, en ocasiones, tendemos a sentir las vacaciones como presión: comenzamos a ponernos tensos al pensar en viajes, en el lugar al que iremos, en organizar los panoramas, etc. Los niños y jóvenes disfrutan siempre y necesitan menos para estar contentos. Generalmente no se preocupan de nada, sólo de vacacionar. El parámetro debe ser ese, si bien no podemos dejar a la suerte la elección del sitio de vacaciones, el llamado es a no hacer grandes esfuerzos, ni intentar viajes que sólo lograrán presionarnos: necesitamos un lugar tranquilo (que puede ser nuestra casa), actividades que nos ayuden a alejarnos de la rutina, necesitamos alejarnos del computador, de la televisión, del celular y escuchar más a nuestros niños, muchas veces pasar tiempo con ellos hará que se sientan agradecidos. Lo importante es dar paso a las emociones y lograr fortalecer el vínculo con la familia. Nuestros hijos se quedan gran tiempo del en el colegio, lejos de nosotros. El llamado es a viajar más livianos, estra más tranquilos en casa y compartir más con nuestras personas importantes.
Es entretenido, y parte del compartir, planificar en familia, escuchar los deseos del otro e intentar realizar actividades que a todos puedan interesar. Pero como lo señalamos anteriormente, es importante que no se rigidicen las opciones y que sepan que los horarios serán flexibles y que no hay exigencia alguna más que compartir, quererse y respetarse en este periodo del año.
No es buena idea llenarse de panoramas o salidas, es mejor ir respetando los ritmos de cada integrante de la familia, sino emularemos el ajetreo del semestre. Es importante conversar antes de lo que esperan los niños de sus vacaciones y considerar las expectativas de ellos, de esta manera fomentamos el diálogo y la confianza entre padres e hijos.
Debemos ser cuidadosos con nuestros hijos adolescentes, ya que ellos están en un período en el que solicitan independencia y piden realizar actividades con amigos u otros prefieren quedarse en casa. Es importante se mantengan ciertas normas con ellos y se les pida adherir a actividades familiares, sino corremos el riesgo de que comiencen a sentirse solos, encerrándose en sí mismos.
Es importante que los niños retomen los horarios y la alimentación que van a tener el semestre siguiente, algunos días antes del término de las vacaciones. Lo anterior, con el fin de no tener problemas los primeros días de clases, al retomar la rutina escolar, en términos de horarios de sueño-vigilia, de horario de comidas, etc. Ya que podrían presentar dificultades de adaptación al nuevo período.
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