Alarma en el mundo entero por el último informe emitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la que se señala que el consumo en exceso de carnes rojas –vacuna, porcina y ovina-, y en especial las procesadas, como embutidos o fiambres, se ubica en el grupo 1 de riesgo de contraer cáncer, principalmente colorrectal.

Ante esta situación, autoridades de distintos países como Alemania y Australia han minimizado el informe de la OMS argumentando que es alarmista y que, como muchas otras cosas en la vida, el daño que puede provocar comer embutidos o carne depende de las cantidades.

Esta controversia mantiene ocupado el debate de los expertos en todos los países, sin embargo, de acuerdo a la nutrióloga de la Clínica Klein y Asociados, Paula Klein, es importante tener claro que ya en el año 2013 se realizó un análisis exhaustivo de la evidencia existente a la fecha, arrojando como resultados que el consumo de embutidos y carnes procesadas aumentaba el riesgo de padecer cáncer de colon y gástrico. Ahora bien, para la doctora, las declaraciones realizadas por las autoridades que defienden el consumo de estos alimentos, no se alejan de la realidad, ya que “ingerir una porción a la semana, asociado a una dieta balanceada no aumenta el riesgo. Es importante no entrar en pánico y entender que, como en todo orden de cosas, el exceso hace daño. Es importante mantener una dieta balanceada, un peso saludable y practicar ejercicio en forma regular”.

De acuerdo a lo señalado por expertos, el ideal es que el consumo de carnes se centre en aquellas que son blancas –pollo y pavo – y pescados, aunque éstas poseen menor cantidad de ciertos elementos que sí tienen las carnes rojas, como el hierro, por lo que la recomendación es no eliminarlas por completo de la dieta, pero si comerlas con moderación, eligiendo aquellos cortes que contienen menor cantidad de grasa, como la posta negra, y prepararlas de la forma más sana posible, sin aceites.

Para la nutrióloga Paula Klein, es necesario tomar en consideración los nuevos antecedentes entregados por la OMS, pero llama a no desesperarse, ya que la clave está en aprender a alimentarse de forma balanceada. “La carne roja no es el enemigo, hay una serie de otros hábitos que es importante adoptar si se quiere tener una vida saludable, como por ejemplo, dejar de fumar, realizar ejercicios, tener una dieta balanceada incorporando cinco porciones de frutas y verduras al día, aumentar la presencia de fibra en la dieta y, obviamente, moderar el consumo de carnes procesadas”.