El aspecto físico puede incidir directamente en las sensaciones de felicidad o infelicidad de muchas personas. Un accidente, una malformación congénita o simplemente el paso inexorable del tiempo, pueden cambiar paulatina o radicalmente la vida y la manera en que nos enfrentamos al mundo.

Hacer que nuestra autoestima cambie positivamente gracias a una intervención quirúrgica está cada vez más al alcance de la mano, principalmente por los avances tecnológicos en medicina reconstructiva y las nuevas técnicas que se emplean hoy en cirugía estética, las que permiten una recuperación post operatoria mejor y más rápida.

El doctor Erick Aliaga Santos, Cirujano Plástico de la Clínica Ciudad del Mar, institución reacreditada de la V región, señala que la principal motivación que tienen las personas para someterse a una cirugía estética reconstructiva son las llamadas “causas reales”, que son aquellas que afectan la autoestima, minando la imagen que tiene una persona de sí misma. Como por ejemplo, el tamaño de la nariz o las mamas, la forma de las orejas, la marca de una cicatriz o quemadura o incluso el padecimiento de un tumor.

La cirugía plástica reconstructiva se remonta a los inicios de la cirugía y su finalidad es reparar el daño producido por alguna lesión que pudo ocasionarse por una herida, accidente, secuela quirúrgica o algún problema oncológico.

Las cirugías plásticas se han hecho cada vez más frecuentes tanto en hombres como mujeres, sin embargo, son las féminas las que asisten más a consultas con el cirujano estético. En el caso de las cirugías estéticas es importante señalar que las preferencias de las mujeres han ido variando con el paso de los años y actualmente las más demandadas son la mamoplastía de aumento, seguida de la liposucción, abdominoplastía, rinoplastía y las cirugías que revierten el envejecimiento facial como el levantamiento de párpados, lifting, etc.

Para el doctor Aliaga, en los últimos años en nuestro país la cirugía plástica reconstructiva se ha mantenido constante en sus demandas, a diferencia de lo que ha ocurrido con la cirugía estética que ha presentado un aumento progresivo lo que obedece principalmente al cambio en el poder adquisitivo de las personas, lo que les permite cumplir algún sueño o simplemente invertir en uno mismo.

Sin embargo, en el caso de las cirugías estéticas existe otra causal que se conoce como “causa sicológica” y es muy frecuente que se dé en aquellos pacientes que tienen una preocupación obsesiva por el físico y una distorsión del esquema corporal, por lo que se recomienda una evaluación objetiva del “defecto” que se quiera corregir, consensuada con el médico tratante. Aunque para muchos el someterse al quirófano sea sinónimo de felicidad e incluso en algunos casos se considere como el inicio de un nuevo estilo de vida, hay que ser muy cuidadoso y tener presente una serie de factores que ayudarán a tomar la decisión correcta y a sentir que realmente se cumplieron las expectativas.

Las alternativas que ofrece la cirugía reconstructiva son muy amplias y están asociadas a la reconstrucción de las extremidades, traumas faciales, malformaciones congénitas, quemaduras y lesiones por cáncer, aunque las más frecuentes corresponden a la reparación de cicatrices, defectos por pérdida de piel o por alguna amputación quirúrgica, tanto en abdomen como en el tórax. Un ejemplo de ello lo constituye la reconstrucción mamaria, luego de haber sufrido un cáncer que terminó con la extirpación del tumor con gran parte de las glándulas mamarias o la totalidad de ellas.