Sabían que algunos importantes actores de la época dorada de Hollywood visitaron nuestro país. Hubo ocasiones en que se reunían con sus admiradores, en encuentros que organizaba la revista “Ecran”.
Por: Elizabeth Salazar T.
Un lunes 16 de abril de 1956, un grupo de diez personas, tuvieron la posibilidad de compartir con la actriz Vivien Leigh. El encuentro se realizó en el duodécimo piso del desaparecido Hotel Carrera, donde se hospedaba la actriz. Los afortunados fueron escogidos a través de un concurso, pero no sólo el factor suerte determino, quienes conocerían a Leigh, los participantes, además, debían responder tres preguntas sobre ella, en el cupón del sorteo, probando sus conocimientos.
Solo dos días antes de la reunión supieron dónde se hospedaría Leigh, debido al poco tiempo que tenían para avisar, escogieron solamente a santiaguinos. El grupo que se reunió con Leigh fue muy misceláneo, uno de los afortunados, fue Edmundo Valderrama, un estudiante de leyes, que llevó un álbum con 3000 fotografías de ella y Leigh le firmó doscientas (Qué habrá pasado con esas fotos…)
Algunas curiosidades de la reunión que duró 25 minutos, es que fue coordinada por José Antonio Oyarzún, un joven que había escrito a la actriz y llevaba nueve años, de una especie de amistad por correspondencia. Cuando ella arribo a nuestro país en el aeropuerto de Cerrillos lo reconoció de inmediato. Gracias a este nexo, la revista logró hacer la actividad.
Una prima de Vivien Leigh en Chile
La ocasión también, sirvió para que Leigh se reuniera con su prima hermana, Patricia de Sobreau, ella se encontraba en nuestro país, debido a que su marido se dedicaba acá a la agricultura. Le contó a la revista, que Vivien y ella, estudiaron juntas en Londres, pero se habían separado cuando Vivien se trasladó a Estados Unidos, para comenzar su carrera artística.
La mujer confesó sentirse orgullosa de su prima y contó que no tenían contacto directo, pero tenía noticas suyas, a través de su hermano vivía en Chicago y tenía una relación cercana con la actriz.
Preguntas y tacita
Durante estos encuentros mensuales que propiciaba la revista, entregaba la tacita de plata de Ecran, a los artistas distinguidos, con que se reunía, en esta oportunidad fue entregada por la periodista Marina de Navasal.
Los admiradores de Leigh además, de saludarla podían hacer una pregunta cada uno, le consultaron sobre qué personaje de Shakespeare le gustaría interpretar, respondió que “Cleopatra, porque permitía mayor variedad a una actriz”. Otro le consultó sobre qué posibilidad había que se quedará en Chile definitivamente, Leigh rio con ganas y respondió “Puedes llamar a Buenos Aires y decir que he cancelado el viaje”.
James Stewart el norteamericano medio
El lunes 21 de enero de 1957, arribó a suelo chileno, el actor James Stewart, impresionó a quienes fueron a recibirlo, al aeropuerto de Cerrillos, debido a su altura, media un metro noventa. Algo más que llamó la atención, a quienes pudieron entrevistarlo fue su sencillez.
Junto a su mujer Gloria Mclean y una pareja de amigos, llegó el actor. Una treintena de admiradores le gritaba ¡Jimmy! ¡Jimmy!, para dar la bienvenida a Stewart, por su parte él se sacó el sombrero saludando en forma muy galante y repartió autógrafos por montón.
Tras su llegada, realizó una conferencia de prensa, donde un periodista le preguntó si se consideraba como el norteamericano promedio, a lo que el actor respondió: “tantas veces, han escrito eso de mi… que estoy a punto de creérmelo”.
Stewart también, se hospedó en el Hotel Carrera, en la entrada encontró un grupo de unas 20 admiradoras, que lo esperaban. La revista Ecran, destaca que era casi una hazaña, llegar hasta ese lugar, ya que ese día fueron los funerales de la poetiza Gabriela Mistral, por lo que andar en el Centro de Santiago, era complejo.
Para lograr conseguir una entrevista exclusiva, del actor con Ecran, Marina de Navasal, le recordó que él se ganó un Oscar, interpretando a un periodista en “Pecadora equivocada” de 1941, tiene razón respondió Stewart, era como los que trabajan en las revistas “Time” o “Life”. Marina le recalcó que como periodista tenía que ser majadera, para conseguir su objetivo.
Marina destaca, que durante la entrevista el actor pensaba mucho sus respuestas y que su transcripción debería llevar muchos puntos suspensivos. La periodista, le consultó qué pensaba sobre Marilyn Monroe, “Es una gran estrella.” Le preguntó, además, su opinión sobre el Actors Studio, Stewart confesó que él, no realizaba su técnica de actuación y que le parecía que había ayudado a producir grandes actores.”
La periodista consultó a Stewart, el motivo de su viaje y aunque no lo crean el actor le contó que hace tiempo quería venir al Sur de Chile, a pescar truchas y si tenía éxito, dijo que seria el propagandista de Chile en Hollywood.
Ava Gardner desató histeria
Un 30 de agosto de 1954 llegó Ava Gardner a las 13:55 hrs. al aeropuerto de Cerrillos, el propósito de su visita era una gira de “buena voluntad”, por Latinoamérica para publicitar su film “La condesa descalza”, la que se estrenaría a fines de septiembre de ese año en Nueva York y donde la actriz, compartía protagonismo junto a Humphrey Bogart. Desde el momento en que la actriz, descendió del avión que la traía a Chile, se desató una histeria colectiva. Tanto hombres, como mujeres cayeron rendidos ante el encantó de Ava, que caminaba con paso cadencioso de acuerdo con el relato de la periodista Marina De Navasal. La actriz llegó luciendo un traje dos piezas cafés, blusa blanca y un abrigo de visón en el brazo. Todos los asistentes querían tener, una sonrisa, un saludo, una mirada, algo imposible debido a la cantidad de personas que llegaron, según De Navasal.
La actriz asistió a un cóctel en su honor organizada por Artistas Unidos. La periodista relató que la reacción de los asistentes fue tan eufórica como en el aeropuerto. La actividad se realizó en el roof del Hotel Carrera, asistieron unas 300 personas, hubo empujones, codazos cualquier cosa era válida para lograr acercarse a Ava. Tuvieron que llamar a carabineros, para retirar a la actriz y amenazar a los asistentes a que no retornaría al evento, mientras no mantuvieran la calma. Ava regresó, motivada por los gritos de los asistentes, incluso bailó con un cadete, pero debió retirarse tras esto, debido a la euforia que produjo su presencia.
Marina de Navasal tuvo la posibilidad de entrevistar a Ava, le consultó sobre sus planes, antes de dedicarse al cine. La actriz le contó que cuando llegó a Nueva York, en 1940 para estudiar secretariado, su cuñado que era fotógrafo, envío su fotografía a una agente de publicidad, la llamaron para una prueba de la Metro y este hecho cambio su vida.
Otra de las preguntas de la periodista fue sobre cómo la actriz mantenía su figura y Ava respondió que era muy buena para comer, pero antes de una filmación, los nervios la hacían bajar de peso.
Durante la entrevista Ava manifestó su admiración por los actores Lawrence Oliver y Marlon Brando, confesó que a este último había visto hace poco en “Nido de ratas”, dijo que lo encontraba magnifico.
En pleno apogeo de sus carreras estos actores llegaron a visitar nuestro país, y conocieron la calidez de los chilenos.