Con la llegada de marzo, se acaban las vacaciones, volvemos a la rutina escolar y laboral. Sin duda, en esos días de relajo también aprovechamos de salir a comer, disfrutar con amigos y consumimos más alcohol y alimentos altos en calorías. Es así como los chilenos subimos en promedio entre 3 y 5 kilos durante el periodo de vacaciones, pero ¿cómo podemos volver a nuestros hábitos de alimentación? ¿Es posible llevar una alimentación saludable pese a la vorágine del día a día? Por supuesto que sí, lo importante es no caer en errores e informarse bien.

Giselle González, nutricionista de Clínica Estética W, comenta que “lo importante es realizar cambios que sean perdurables en el tiempo para así poder mantener una alimentación más sana y consciente, siendo uno de los principales errores que cometen las personas cuando quieren comer de manera saludable, creer que no comiendo o generando ayunos muy largos entre una comida y otra, van a lograr una reducción calórica, y por ende, una reducción de peso, donde lo que se pierde es sólo agua, o incluso también proteínas que se transforman en una pérdida muscular”.

La especialista agrega que “otro error también súper importante y muy común, es aumentar el consumo de alimentos light o dietéticos, creyendo que son más sanos, sin embargo, la verdad es que muchas veces tienen la misma cantidad de ingredientes, la misma composición y siguen siendo alimentos procesados, sólo que le disminuyen una pequeña cantidad, por ejemplo, de azúcar o de grasa o de sodio, pero siguen siendo alimentos dañinos para nuestro cuerpo”.

Consejos para lograr una alimentación más sana

¿Entonces qué debemos hacer para lograr nutrir nuestro cuerpo de manera más saludable pese a la rutina laboral y a la alta cantidad de horas que pasamos fuera del hogar? Giselle González, nutricionista de Clínica Estética W, entrega los siguientes consejos:

1.- Lo ideal es planificar las comidas de la semana, así se evita comprar alimentos ultraprocesados, y es más fácil que las personas puedan dedicar un día de la semana a dejar gran parte de sus comidas listas para el día a día.

2.- Darle prioridad a los alimentos de origen natural, como las frutas, verduras y proteínas, ya sea de origen animal o vegetal, dependiendo de la selección de cada persona y, por esto mismo, evitar el exceso de procesados. La verdad es que se puede comer de todo mientras la mayor cantidad de los alimentos sean de origen de natural, y las porciones sean las adecuadas.

3.- Disminuir el consumo de alimentos procesados, es decir,  alimentos envasados que además tengan un exceso de sodio, de grasa y/o de azúcares. Se pueden ingerir, pero de manera ocasional.

4.- Fijarse en el etiquetado nutricional,  es importante que conozcamos los ingredientes de los alimentos que estamos consumiendo. Mientras más ingredientes tenga un alimento más procesado es, y por ende, menos recomendable su consumo.

5.- Incluir actividad física, aunque sea una caminata de 20 minutos. Y por supuesto mantener una correcta hidratación para suplir las necesidades de nuestro cuerpo y también siempre asesorarse, en el caso de que tengamos alguna duda, con un profesional.

La especialista también recomienda realizarse procedimientos no invasivos de alta tecnología que ayudan a reducir tallas y combatir la flacidez de la piel, como por ejemplo, Elixir Firm, Cellu Out, Celebrity Touch, entre otros, ya que son un gran complemento, que permite ver cambios reales en el cuerpo, generar una mayor satisfacción en la persona y disminuir la grasa localizada que cuesta tanto eliminar. “Muchas veces estos tratamientos se recomiendan para poder generar un inicio en el cambio de hábitos y sirven como fuente de motivación para que la persona además mejore sus hábitos de alimentación e incorpore la actividad física, de esta manera los resultados van a ser muchos completos, más duraderos en el tiempo y la persona también quedará más conforme con su evolución”.

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