· Los últimos estudios en Chile revelan el alarmante consumo de sal en nuestra alimentación. Especialista en nutrición entrega algunas recomendaciones para reducirlo y evitar así numerosas enfermedades.
Se estima que en Chile estamos consumiendo en promedio de 10 a 12 gramos de sal diario, cifra muy superior a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indica que el consumo de sal no debe superar los 5 gramos por día.
La cifra es preocupante, si pensamos que el alto consumo de sal tiene efectos directos sobre la presión arterial y puede predisponer a enfermedades como la hipertensión, osteoporosis, asma, obesidad y cáncer de estómago, entre otras.
Sin embargo, pese a los riesgos, el consumo de sal no parece ir a la baja. La secretaria de estudios de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad del Pacífico, Silvana Saavedra, señala que “lamentablemente por las actividades laborales o estudiantiles han aumentado los hábitos de consumir comida al paso o rápida. Esto ha ayudado al mayor consumo de sal, razón por la que se recomienda volver al antiguo sistema de la vianda, que es la comida llevada desde el hogar”, indica.
Entonces, ¿cómo disminuir el consumo de sal en nuestra dieta? La especialista de la Universidad del Pacífico entrega una importante lista de recomendaciones que podemos practicar en forma habitual, tanto en momentos de compra de alimentos como durante su preparación:
– Lea siempre las etiquetas de los productos que compra y prefiera aquellos rotulados como “bajo en sodio”.
– Agregue muy poca sal a la comida que prepara. Disminuya de apoco la cantidad y no se dará cuenta de la restricción de sal.
– Hay algunos alimentos que los puede consumir sin sal, como las ensaladas; basta con aliñar con limón o vinagre.
– No consuma productos que contengan glutamato monosódico, ya que esto es sal. Lo contienen las conservas en general, las salsas, sopas en sobre y caldos concentrados.
– Evite el consumo periódico de kétchup, mostaza preparada, pepinillos, encurtidos, aceitunas, salsas de soya, de carne, picantes o inglesas, carnes y pescados ahumados, quesos amarillos, cecinas y maní salado.
– Prepare salsas saludables a base de verduras, yogurt y condimentos.
– En la mesa no agregue sal a las comidas y menos antes de probarlas. Lo ideal es erradicar el salero de la mesa.
– Elija el agua mineral “libre en sodio”, así como el quesillo sin sal, pan sin sal y galletas de agua sin sal.
– Sustituya la sal por especias o condimentos.
– Consuma masa dulces solo fabricadas en casa, como galletas y queques, ya que las comerciales contienen conservantes que son en base a sodio (sal).
– Utilice sal baja en sodio, pero antes consulte a su médico, ya que no todos pueden consumirla por contener un alto contenido de potasio.