Coach y Speaker internacional
Estamos felices, y no es para menos. Luego del famoso palo de pinilla ante Brasil en el mundial del 2014, ni en el mejor de los escenarios nos imaginamos lo que estaba por venir: dos Copa América consecutivas, las dos ganándole al gigante Argentina. Un sueño hecho realidad.
Pero, ¿Qué viene de la mano de este bicampeonato obtenido por Chile? ¿Qué ocurre en el colectivo? Preguntas que vienen de cajón si tan sólo nos detenemos unos minutos a mirar que ha sucedido a nuestro alrededor desde que Gato Silva pateó el penal de la victoria: abrazos, sonrisas, alegría, fiesta, la marraqueta más crujiente y a ponerle play otra vez a la tanda de penales.
Y es que para los que dicen que esto es ‘’sólo fútbol’’, vaya que no lo es, es MUCHO más que fútbol, un resultado como el del domingo merece un análisis más allá de lo deportivo, porque lo conseguido tiene una importante repercusión colectiva y también individual.
‘’Esto repercute positivamente en lo colectivo. Se genera un impacto en el ‘estado de ánimo’ de un país, particularmente cuando de países como el nuestro se trata. Las personas experimentan niveles de felicidad pocas veces alcanzados y esto ocurre porque un triunfo en lo deportivo finalmente es un símbolo que nos dice ‘SÍ, SE PUEDE’’, analiza Óscar Cáceres, coach y speaker internacional.
Óscar explica que este triunfo nos hace sentir diferentes, creyendo que es posible ser ganadores. ‘’Estos muchachos simbolizan de muchas maneras la lucha y el sufrimiento por salir adelante que viven los chilenos y, por lo tanto, el éxito de ellos es nuestro éxito colectivo’’, explica.
Lo que trae de la mano esta segunda copa América, es un inconsciente colectivo que dice ‘’yo también puedo’’, lo que luego podemos aprovechar de manera individual, siendo un tremendo símbolo de posibilidad.
De la euforia colectiva al cambio de mentalidad individual
Este envión anímico que nos dio la selección cambia también nuestra mentalidad individual, y eso hay que aprovecharlo. Tendemos a perder el miedo frente a los desafíos de diversa índole y nos sentimos ganadores, buscando ser protagonistas de nuestros propios triunfos.
Podemos aprovechar este momento de múltiples maneras: atrevernos a realizar aquel viejo proyecto que, por no creer en mí, dejé de lado. Tomar aquella decisión que he venido procrastinando por tanto tiempo o sencillamente, limar asperezas con alguien a propósito de este nuevo estado de ánimo colectivo.
‘’Con este triunfo ganamos la poderosa idea de que cuando hay trabajo sí se logran resultados extraordinarios, que el único lugar en que la palabra éxito va antes de trabajo es en el diccionario. Es un tremendo mensaje a los seteos inconscientes de que siempre es posible’’, explica Óscar Cáceres.
Aprovechemos entonces, de que nuestro estado de ánimo se alteró, de que estamos felices y más propensos a relacionarnos mejor y a liberarnos por un rato de las tragedias, la corrupción, la crisis económica, etc…
Twitter @ocaceresp / www.oscarcaceres.com
Foto vía: www.laopinion.com