- Las células madre utilizadas para tratamientos estéticos son las llamadas mesenquimáticas o mesenquimales, que se obtienen principalmente del tejido adiposo y cuya característica principal es su capacidad de regeneración, lo que permite desde rejuvenecer la piel del rostro hasta ayudar a reponer el volumen y forma que se ha perdido en ciertas zonas del cuerpo con el paso del tiempo.
El uso de células madres del tejido adiposo propio para tratar los problemas de envejecimiento, es uno de los objetivos más importantes que se plantean todos los profesionales dedicados a la belleza y la salud a nivel mundial, convirtiéndose en uno de los avances más importantes en el sector de la estética y belleza.
El desarrollo de la medicina regenerativa y la aplicación de las células madre ha permitido tratar no sólo los signos visibles de la edad, sino que también, y no menos importante, las causas internas que los provocan.
El ácido hialurónico y otros están enfocados a mejorar el aspecto visible de la piel. Sin embargo, no son capaces de actuar sobre el volumen del tejido y restaurarlo desde sus propias células más internas, que son las encargadas de rescatar el aspecto joven.
Los tratamientos con células madre mesenquimales para rejuvenecimiento facial son el futuro y el presente más inmediato, y en muchas clínicas a nivel nacional e internacional llevan tiempo ofreciéndolo a sus clientes, para terapias de rejuvenecimiento.
Alejandro Guiloff, Director Médico de VidaCel, primer banco de células madre de Chile, afirma que “estos tratamientos han demostrado ser muy efectivos porque no sólo sirven para rejuvenecer la piel del rostro, sino también ayudan a reponer el volumen y la forma que se han perdido en ciertas zonas del cuerpo con el paso del tiempo como mamas, glúteos, manos, pantorrillas, entre otras”.
Con este tipo de tratamiento se puede conseguir un rejuvenecimiento sustancial, regenerando cambios ocasionados por daño solar y envejecimiento, además de la pérdida de volumen, junto al mejoramiento de los vasos sanguíneos, reconduciendo los procesos de cicatrización.
Para obtener óptimos resultados es necesario considerar los siguientes pasos:
- Mediante una mini-liposucción con anestesia local, se extrae una pequeña cantidad de grasa, aproximadamente entre 50 a 100 cc de tejido adiposo, dependiendo la zona que se quiera tratar.
- Se realiza habitualmente del abdomen, ya que es la superficie más sencilla y de muy buena calidad para extraer grasa rica en células madre mesenquimales. Sin embargo, también pueden ser extraídas desde los glúteos y de los muslos, ambas zonas muy ricas en tejido adiposo.
- La muestra debe ser trasladada al laboratorio de un Banco de Células Madre donde es procesada inmediatamente, mediante altas tecnologías y por profesionales especializados, aislándose las células madre y regenerativas del resto de los componentes.
- Una fracción de la muestra se criopreserva para futuros tratamientos y una segunda fracción se envía al cirujano plástico para su aplicación en el paciente.
La conservación de células madre puede hacerse en cualquier etapa de la vida. Pero si uno pudiese elegir cuál es el mejor momento para guardarlas, sin duda es el momento del nacimiento porque la calidad de las células madre es mejor y la cantidad es mayor.
“Si no se tuvo la oportunidad de conservar al momento del nacimiento, uno debe considerar que mientras antes se haga, mejor, porque la óptima edad para guardarlas es la actual, ya que el proceso de envejecimiento por el paso de los años también afecta a las células madre, disminuyendo su cantidad y calidad”, añade finalmente el Director Médico de VidaCel, Alejandro Guiloff.