El domingo 11 de mayo celebramos un nuevo día de la madre, ante lo cual cabe reflexionar acerca de los desafíos que ellas están enfrentando y las necesidades de los niños y adolescentes de hoy.

La psicóloga y experta en tema infanto juveniles, resalta el valor de la corresponsabilidad en la crianza y la importancia de la conexión con los hijos para mantener el vínculo.

Por Rebeca Ubilla M.

En ese día de la madre quisimos reflexionar sobre el significado de ser mamá en los tiempos actuales, dónde la maternidad en ocasiones se transforma en una carga más, cuando buscamos la realización personal. A ello se suma la gran cantidad de información disponible y la idealización de una “maternidad perfecta” transmitida por las redes sociales.

 Para entender hacia donde debiéramos enfocarnos como madres y comprender qué es lo que necesitan los niños y adolescentes de hoy conversamos con Carolina Santelices, psicóloga y experta en temas infanto juveniles.

-¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan las mamás de hoy?

Hoy hay un mayor reconocimiento en que la identidad de una madre no se centra  exclusivamente en sus funciones de crianza y del hogar, sino que también es una persona y mujer con intereses, metas y necesidades de desarrollo personal. Esto ha favorecido el reconocimiento integral hacia las madres, pero también ha generado el desafío de conciliar y equilibrar roles, pudiendo generar estrés y culpa.

Veo que el desafío actual es que las madres puedan avanzar hacia la realización y bienestar en el ámbito personal, familiar y laboral si quieren trabajar fuera del hogar. Para ello aún queda camino por recorrer en reconocer que la crianza no es una tarea exclusiva de las madres, sino que una responsabilidad compartida de cuidadores principales y también de la sociedad en establecer los medios necesarios para facilitar las responsabilidades y tareas propias de criar.

También está el desafío de aprender a criar en un contexto cambiante, con una cultura infanto juvenil con distintas características en comparación a cuando nosotros éramos niñas y jóvenes, y todo lo que implica la crianza en la era digital.

-¿Cómo describirías a las mamás actuales?

No hay una tendencia única, pero si percibo que hoy las mamás en general están preocupadas por dar el mayor bienestar posible hacia sus hijos. Hay una tendencia en querer formar hijos “felices”, y el riesgo se da cuando al buscar esa felicidad se quieran  cumplir todos los deseos de los niños, sobreprotegiéndolos y evitando establecer límites necesarios por temor a frustrarlos.

 Por otro lado,  hoy facilita tener mayor información que guía en la crianza, pero también puede abrumar y generar culpa cuando se percibe que es difícil implementar todo “al pie de la letra”. No se puede criar en base a “recetas” únicas para todos por igual,  y se  puede hacer difícil ajustarla a los requerimientos particulares de cada hijo y del vínculo. Con tanta información, se puede vivir la crianza con mayor exigencia desde un “deber ser” madre que transmite la sociedad, debilitando la conexión con los hijos, la intuición, y también pueden limitarse los espacios de disfrute sin una constante autoevaluación o presión a ser madres “perfectas”.

También hay que decir que las redes sociales transmiten una idea de madre que es idealizada, que no es real. Buscar ese ideal también puede generar frustración y culpa , porque es inalcalzable.

-¿Cuáles son los principales aspectos positivos que resaltarías de las mamás de estos tiempos?

-Veo en muchas mamás un tremendo esfuerzo y entrega que dan por los hijos(a), en medio de una multiplicidad de funciones.  Percibo que hay mayor conciencia sobre la importancia de la salud mental de los hijos y también de la propia. A veces puede ser demandante y vivido desde la presión, pero hay un mayor reconocimiento de los niños(as) y adolescentes como sujetos de derecho a quienes no sólo debemos satisfacer necesidades básicas, sino que también hay mayor esfuerzo por responder a necesidades afectivas y de desarrollo integral.

 Niños y adolescentes de hoy

-¿Cuáles ves que son las principales necesidades de los niños y de los adolescentes de hoy?

-Los niños(as) y adolescentes necesitan sentirse queridos y valorados incondicionalmente, más allá de lo que hagan o logren. Necesitan sentirse valiosos por ser ellos(as) mismos(as), y que no busquen ser en función de expectativas de otros. Necesitan cuidadores que los guien en la toma de decisiones y que también los contengan cuando lo necesiten, adultos que se transformen en un refugio al que puedan acudir con calma y confianza cada vez que lo requieran.

-¿Qué tan importante es mantener una buena conexión con nuestros hijos?

-La conexión con los hijo(as) es lo que nos puede guiar para responder de manera sensible a las necesidades particulares que tenga cada uno(a). La conexión favorece el vínculo, que es la clave para la crianza. Hoy no nos transformamos en autoridad por ser mamás, papás o adultos, sino que somos autoridad por ejercer influencia, que se da desde el vínculo y la conexión. La conexión ayuda a conocer a los hijos(as), a “leerlos” y a identificar sus necesidades.

-¿Cómo podemos mantener la conexión con nuestros hijos en tiempos de grandes estímulos como lo son las redes sociales y otros? 

– Estar lo más presente posible, en el aquí y ahora, disminuyendo distracciones que son un obstáculo en los vínculos, como son las pantallas y redes sociales, para todos en general, no sólo para los hijos(as). Estar conscientes que el vínculo se forja desde la conexión en el día a día, e implica presencia y disponibilidad que se va debilitando con hiperconexión que se tiende a tener con la tecnología.

 Acá algunos tips:

– En la medida de lo posible, respetar los horarios de trabajo e intentar estar disponible física y emocionalmente en los escasos tiempos que hoy tenemos para estar en familia frente a las extensas jornadas laborales y escolares.

-Intencionar espacios de disfrute juntos, que no todo se transforme en autoexigencia y exigencias, sino que también formen parte del día a día momentos de diálogo y de disfrutar de la presencia del otro.

 – No transformar a la crianza solo en un “ deber ser” en que permanentemente debemos hacer o resolver, sino que también verla como un área en que  podamos contemplar, estar y disfrutar.

-Vivir una vida con el mayor equilibrio posible, sabiendo que el equilibrio perfecto no existe, pero que intentemos no sobrecargarnos con tareas y exigencias que llevan a una acumulación de estrés, lo que finalmente se transforma en un obstáculo para la conexión en los vínculos.

-Cuidarse como mamá, lo que no necesariamente significa sólo hacer una actividad en particular, también es aceptarse con las propias imperfecciones. El autocuidado  también va en buscar redistribuir y reducir la sobrecarga mental que muchas llevan silenciosamente. En este sentido, la corresponsabilidad parental y contar con apoyo favorece el bienestar personal necesario para la conexión con nuestros hijos. Que toda la sociedad cuide y sostenga a la madre, favorece la función materna, tan importante para la propia salud mental y de los hijos(as).

-¿Por qué independiente de nuestra edad, siempre necesitamos una figura materna?

-El amor y el vínculo sigue siendo el medio de supervivencia más importante de nuestra especie. Siempre, a lo largo de toda la vida necesitamos una figura a la que podamos acudir cuando la necesitamos, que nos de calma y seguridad en los momentos que así lo requiramos. Independientemente de la edad, necesitamos contar con otras personas que nos hagan sentir valorados, aceptados y queridos incondicionalmente, que son funciones que se pueden asemejar a la función materna. Estamos programados para vivir con otros, y tenemos como necesidad básica el sentido de pertenencia y significancia, que es relevante para el propio bienestar y salud mental a lo largo de toda la vida. La figura materna puede ser la madre biológica, como también otra persona que cumpla con esas funciones”

Carolina Santelices es autora del libro “Mi Hij@ Un Mundo por Descubrir”

IG: @carolasantelices