El cambio de horario de invierno en Chile no solo implica ajustar nuestros relojes, sino también puede tener repercusiones significativas en nuestra salud mental. Descubre cómo este cambio repentino puede afectar tu bienestar y qué consejos seguir para mitigar sus efectos.

El inicio del horario de invierno en Chile trae consigo señales claras de que el verano se despide: mañanas frescas, un sol que se asoma más tarde al despertar y se oculta más temprano al final del día. Sin embargo, este cambio de rutina también puede generar opiniones divididas, especialmente en lo que respecta a su impacto en la salud mental.

Según Jorge Fuentes, psicólogo y Director de Pranavida, el cambio repentino de horario puede desencadenar somnolencia, fatiga y, en algunos casos, aumentar la ansiedad, sobre todo en aquellas personas que ya padecen trastornos mentales.

El motivo de estas consecuencias radica en el drástico cambio en la rutina de sueño y la menor exposición al sol, lo que conlleva a una disminución de los niveles de vitamina D. Esta vitamina, crucial para regular el estado de ánimo, está estrechamente ligada a la depresión.

La falta de exposición solar y, por ende, de vitamina D, puede hacer que más personas se sientan cansadas o con poca energía, síntomas que también pueden asociarse con la depresión, señala el experto.

Los grupos más vulnerables a estos efectos son los niños y adultos mayores, quienes pueden experimentar dificultades para adaptarse a los nuevos ciclos de sueño-vigilia. Además, con el aumento de los trastornos de salud mental, especialmente después de la pandemia, los riesgos de depresión, ansiedad y depresión estacional se vuelven aún más relevantes.

Ante esta situación, para el profesional es crucial tomar medidas para cuidar nuestra salud mental durante el cambio de horario de invierno. “Mantener una rutina de sueño regular, buscar la exposición al sol durante las horas diurnas, realizar actividad física y mantener una alimentación balanceada son algunas estrategias recomendadas para disminuir los efectos negativos en nuestra salud mental”, explica Fuentes.

Consejos prácticos para mantener el ánimo arriba:

1. Aprovecha la luz natural: “Durante las horas diurnas, busca la exposición al sol tanto como sea posible. Esto ayudará a regular tus ritmos circadianos y a mantener niveles saludables de vitamina D, lo que puede mejorar tu estado de ánimo”.

2. Mantén una rutina de sueño regular: “Intenta acostarte y levantarte a la misma hora todos los días, incluso durante el cambio de horario. Mantener una rutina de sueño constante puede ayudar a tu cuerpo a adaptarse más fácilmente a los nuevos horarios”.

3. Realiza ejercicio: “La actividad física regular es fundamental para mantener un buen estado de ánimo. Dedica tiempo a realizar ejercicio, ya sea al aire libre aprovechando la luz del día o en un gimnasio. Incluso una caminata corta puede marcar la diferencia”.

4. Practica la Relajación y el Autocuidado: “Incorpora técnicas de relajación en tu rutina diaria, como la meditación, el yoga o simplemente tomarte unos minutos para respirar profundamente y relajarte. También es importante dedicar tiempo para ti mismo, haciendo actividades que disfrutes y que te ayuden a reducir el estrés”.