• Deciden que ya no quieren administrar más cuentas, ni tener preocupación alguna, además de ser atendido. Son autovalentes y buscan ellos mismos un lugar para vivir, en el que puedan compartir con sus pares. Es así como la idea de los ancianos abandonados en asilos va quedando atrás y dan paso a una tendencia en alza, de quienes eligen esta opción y le envían un mensaje a sus hijos “hijos no te preocupes, sólo me cambie de casa”.

La realidad de miles de adultos mayores en Chile cambió: son vitales, algunos trabajan, están dispuestos a pasarlo bien y a ser independientes, y no pocos quieren hacerlo en compañía de sus pares. Disfrutar la vejez de forma activa, junto a personas con los mismos intereses y con los cuidados básicos que necesita un adulto mayor, es lo que buscan hoy quienes ya llegaron a la tercera edad, dando paso a una tendencia que va en alza y que involucra a quienes pasaron los 65 años y van con sus propios medios a buscar un hogar o residencia, dejando atrás el mito de los ancianos abandonados en un asilo.

De acuerdo a datos entregados por la encuesta Casen 2011, el 15,6% de la población chilena es mayor de 65 años, y muchos de ellos han dejado atrás la imagen de antaño de abuelitos dependientes, convirtiéndose en personas activas, que trabajan, que disfrutan y deciden ser personas autónomas.

Tomando en cuenta estas necesidades, es que nació Residencia Pocuro, un acogedor lugar, que recibe a quienes van por su propia voluntad, a buscar un nuevo lugar para vivir, en el que compartirán con sus pares, y serán atendidos, dejando atrás varias de las preocupaciones que implican vivir solos en una casa o como allegados en el hogar de algún hijo.

“Queremos que nuestros residentes, adultos mayores autovalentes, tengan una vida tranquila, sin preocuparse de cuentas, de personal doméstico o de sentirse solos, pero siempre manteniendo su independencia y poder recibir a los suyos. Nuestro fin es que ellos se sientan como en su propia casa”, explica Raimundo Rojas, Director de Salud de Residencia Pocuro, quienes entregan en su página web un mensaje a los propios abuelitos, invitándolos a que sean ellos, y no sus hijos, quienes tomen la decisión.

“Llegar aquí ha sido una experiencia muy buena. Vivía sola en mi departamento y me aburría, además tenía que preocuparme de pagar cuentas, mantener la casa, hacer las compras, la comida… En la Residencia Pocuro me olvidé de todo eso. Ahora solo disfruto, comparto con mis compañeros, tenemos actividades físicas y de entretenimiento. Me siento muy feliz y tranquila de estar acá, además mis hijos y nietos pueden venir a visitarme todas las veces que quieran y saben que estoy bien. Me siento como en mi casa”, comenta una de las residentes de Pocuro.

Autonomía y cuidados necesarios

Vivir esta etapa de la vida en un ambiente, placentero, seguro y con servicios organizados para atender las necesidades de los adultos mayores, es el concepto que promueve Residencia Pocuro.
Para ello, cuenta con un completo equipo de profesionales, técnicos y auxiliares especialmente preparados para atenderlos. Entre los servicios que ofrece está la supervisión de enfermeras, kinesiólogo, nutricionista, auxiliares de enfermería, administración de medicamentos, control personalizado constante, chequeo anual con médico geriatra. “Con esto buscamos que quienes nos elijan, estén constantemente supervisados y asesorados en temas de salud, que puedan sentirse seguros y atendidos como se merecen”, agrega Rojas.

Además, sus instalaciones están acondicionadas para que los residentes puedan desenvolverse con tranquilidad. Su edificio de cuatro pisos cuenta con ascensor, pasillos sin desniveles y ramplas para facilitar la autonomía, además de ubicarse en uno de los mejores barrios de Providencia.

“Nuestro gran objetivo es facilitar sus actividades e intereses, potenciar lazos y vínculos con la familia y amigos. La Residencia Pocuro es un lugar construido pensando en los residentes, con grandes comodidades, comida casera, amplios jardines, gimnasio y mucha iluminación”, indica el Director de Salud.

Pero no sólo comodidades entrega la Residencia. Dado que su máximo es de 28 residentes, podrán sentirse parte de una gran familia, además de contar con atención personalizada y modalidad todo incluido a precios razonables.