• Cuando se ofrece el alimento en cantidades mayores a las adecuadas, los mecanismos internos de la saciedad pierden eficacia.
  • Comer mucho no es sólo un problema de tentación. A veces hay factores que nos llevan a ingerir, casi sin darnos cuenta, más alimento de lo que el cuerpo realmente requiere.

Según estudios científicos, el tamaño de las porciones de consumo ha crecido progresivamente en los últimos 30 años y este factor estaría jugando un rol importante en el aumento de la obesidad.

Angelo Liberona, nutricionista de Nestlé, explica que esto ocurre porque cuánto se coma depende en gran medida del tamaño de la porción que se tiene delante, con lo que los mecanismos internos de la saciedad pierden eficacia.

Por ejemplo, en los niños los niveles de apetito e ingesta normalmente se ajustan por sí mismos, pero muy pronto pierden esta capacidad debido a las influencias del mundo actual, así como las elecciones de los padres en materia alimenticia.

El problema es que en el mundo moderno cada vez es más frecuente ver porciones de mayor tamaño. Por eso, señalan los expertos, es urgente desarrollar métodos para educar a las personas. En general, los consumidores no entienden bien lo referido al tamaño de las porciones y no saben interpretar el etiquetado de los alimentos. Un estudio realizado en Europa demostró que solo un tercio de los consumidores europeos utiliza la información referente a las porciones y en torno a un 40% desconocen los tamaños recomendados.

Asimismo, para el combate de la obesidad infantil sería muy útil que los niños comprendieran mejor cuáles son los tamaños de las porciones adecuadas. En esa educación los padres pueden jugar un rol clave.

¿Cómo se calcula una porción?

Hay algunas porciones que son fáciles de comprender ya que se basan en medidas caseras que todos conocemos, por ejemplo, 1 porción de leche es 1 vaso (200ml), 1 porción de fruta habitualmente es 1 unidad, 1 porción de arroz cocido es ¾ de taza, entre otras.

En los alimentos envasados no es necesario calcular la porción, ya que esta se encuentra detallada en la tabla nutricional del producto, el cual representa otro motivo más por el cual es tan relevante revisar el etiquetado nutricional de un alimento. En estos caso, la porción se define considerando una serie de factores, entre ellos, el tipo de producto. Por ejemplo, la porción de una leche estará definida en base al aporte necesario de proteínas y calcio, mientras que la de una galleta o un chocolate será definida para no exceder el aporte de calorías recomendadas para un snack.

Trucos para comer porciones más pequeñas

El nutricionista Liberona señala que hay factores que ayudan a consumir porciones pequeñas de alimentos: Por ejemplo, servir los alimentos en platos pequeños porque en los grandes la tendencia es a llenarlos, elegir envases más pequeños, usar vasos cortos y utilizar cucharas pequeñas.