Se trata de una patología desconocida para muchos, que entre sus principales síntomas destacan dolor e hinchazón de la articulación afectada; se trata de la gota, una enfermedad denominada “la artritis de los ricos” y que se mantiene vigente hasta ahora. El reumatólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Dr. Daniel Erlij, aclara en qué consiste esta enfermedad, quienes pueden padecerla, aborda los síntomas y entrega varias recomendaciones sobre el tema.

La gota, es una forma de artritis que se desencadena por la presencia de cristales de urato (ácido úrico) en las articulaciones y en la mayoría de los casos, ataca al dedo gordo del pie. Según el especialista de Centros Médicos Vidaintegra, “esta patología es más común en varones sobre los 40 años; sin embargo, también se puede presentar en mujeres, principalmente después de la menopausia. De siete pacientes con gota, seis son hombres”.

Esta enfermedad es más común de lo que se cree en nuestro país y se relaciona directamente con dos factores: el primero es la presencia de patologías como la resistencia a la insulina y la obesidad, ambas asociadas al aumento del ácido úrico. El segundo, se refiere al consumo de carnes rojas, embutidos, mariscos e interiores (hígado y riñones), que elevan la uricemia.

Síntomas

La forma más característica de manifestar la enfermedad es mediante una crisis de intensa artritis, que afecta generalmente a una sola articulación. El doctor Daniel Erlij, asegura que “la inflamación articular es de inicio brusco, con enrojecimiento de la piel y asociado a dolor intenso, incluso al roce de las sábanas”.

En general, este problema suele afectar a articulaciones de las extremidades inferiores, en especial el dedo gordo del pie, tobillos y rodillas. Con menor frecuencia puede aquejar a los miembros superiores, como codos y manos, y en estos casos se da en un contexto de una gota de largo tiempo de evolución, sin tratamiento adecuado.

Factores de riesgo

Dado que esta patología es producida por la acumulación excesiva de ácido úrico, el reumatólogo de Centros Médicos Vidaintegra explica que “éste se elimina del cuerpo normalmente a través de la orina. De esta forma existen dos posibilidades para aumentar su concentración en la sangre: una es consumiendo alimentos ricos en purinas (carnes, mariscos e interiores) y otra es disminuyendo su eliminación por la orina, mediante el uso de algunos medicamentos que provocan esto como un efecto adverso”.

Asimismo, el hecho de estar expuesto a situaciones de estrés, asociado a un estilo de vida poco saludable, son factores que inciden en el desarrollo de esta patología. Por otro lado, el alcohol -en especial la cerveza- y, el sobrepeso u obesidad, son elementos que pueden incidir en el desarrollo de esta enfermedad.

Diagnóstico y prevención

La enfermedad puede presentar un componente genético; por lo anterior, la historia familiar del paciente resulta relevante al analizar de los síntomas.

El profesional de Vidaintegra explica que “el diagnóstico certero se realiza a través de un análisis de líquido extraído de la articulación comprometida, donde se puede observar la presencia de cristales de ácido úrico. De la misma forma, una uricemia elevada en la sangre, permite muchas veces apoyar el resultado”.

Tratamiento y recomendaciones

La enfermedad se trata abarcando dos aspectos claves: La inflamación aguda y los niveles de ácido úrico elevados en sangre. Para lo primero, se indican antiinflamatorios o colchicina. Para lo segundo, las concentraciones sanguíneas se pueden disminuir mediante dieta o medicamentos.

En relación a las medidas no farmacológicas, asociadas al cambio de estilo de vida, el Dr. Erlij, aconseja lo siguiente:

  • Una dieta saludable, evitando alimentos ricos en purinas (precursor del ácido úrico).
  • Evitar el consumo de alcohol, en especial la cerveza.
  • Realizar actividad física, al menos tres veces por semana.
  • Mantener un peso adecuado.

Un tratamiento adecuado permite mantener la enfermedad bajo control y con un estilo de vida bastante saludable; sin embargo, la ausencia de tratamiento y controles médicos, pueden derivar en la destrucción de las articulaciones afectadas y daño irreparable en la calidad de vida de la persona.