De no atenderse, la inflamación del apéndice puede derivar en peritonitis, infectando toda la cavidad abdominal y provocando riesgo vital. El doctor Julio Yarmuch, cirujano especialista de IntegraMédica, explica cuáles son las señales de la apendicitis, sus causas y en qué consiste su intervención quirúrgica.
El apéndice es una pequeña formación cilíndrica comunicada con la parte inicial del intestino grueso y que, cuando se inflama de manera repentina, provoca lo que conocemos por apendicitis aguda. Se trata de una patología en la que una intervención oportuna es clave para evitar complicaciones graves. El doctor Julio Yarmuch, Jefe Técnico de Cirugía de IntegraMédica, explica cómo reconocerla.
“Puede inflamarse por causas infecciosas virales o bacterianas, las que al aumentar el volumen del tejido linfático provocan la obstrucción; lo mismo puede suceder por acumulación de desechos o tumores. Es muy importante actuar rápido, porque en pocas horas el apéndice inflamado puede perforarse y provocar una peritonitis, que es la infección de una parte o de toda la cavidad abdominal, cuadro grave que puede ser mortal”, señala el especialista.
Cuándo poner atención
Según explica el doctor, el dolor es el principal síntoma de la apendicitis, porque se presenta en el 95% de los casos. “Clásicamente comienza en la parte alta del abdomen o alrededor del ombligo y luego se localiza en la parte inferior derecha. Es un dolor agudo, de intensidad creciente, que no mejora con las evacuaciones y aumenta con los movimientos. Al dolor se pueden sumar náuseas, vómitos, sensación de fiebre y poco apetito. En el 80% de los pacientes, el tiempo de evolución de los síntomas al momento de consulta es inferior a 48 horas”.
Los síntomas indicados, junto con la palpación abdominal, hacen sospechar el diagnóstico, el que se confirma con imágenes, siendo la Tomografía Computada el mejor método. El tratamiento es quirúrgico y consiste en la extirpación del apéndice, lo que hoy se realiza en la mayoría de los casos por laparoscopía. “Los pacientes, salvo cuando se producen complicaciones, se quedan habitualmente una noche hospitalizados y la recuperación es rápida y total, pudiendo hacer vida normal con alimentación completa a los pocos días”, explica el doctor Yarmuch.
La vida sin apéndice
El apéndice es parte del tejido linfático y, como tal, desempeña un papel en la inmunidad del cuerpo humano, como por ejemplo contribuir a que no se propaguen infecciones. “Sin embargo, la mayoría de los científicos sostiene que el apéndice carece en la actualidad de una función significativa, y que existe fundamentalmente como un órgano vestigial. Nada ocurre a nuestro cuerpo al no existir el apéndice”, aclara el experto de IntegraMédica.