El síntoma más frecuente de esta enfermedad es la pérdida de memoria, pero también puede haber problemas de lenguaje, alteraciones de la conducta, dificultad para resolver problemas y desorientación, todo lo que impide realizar la vida diaria. La buena noticia? Aunque no se puede evitar por completo, un estilo de vida saludable en alimentación y actividad física son factores protectores.
Por Rebeca Ubilla M.
Alice era una mujer aún joven, con un matrimonio, una carrera, una vida… de pronto comienza a desorientarse, olvidar el camino a su casa, el sabor de su helado favorito… hasta desconocer a los suyos. Esta es la historia que interpreta Julian Moore en la película del mismo nombre de la protagonista, que nos alerta y acerca al alzheimer, una enfermedad, más común en mujeres que hombres, que afecta principalmente a adultos mayores y que es sumamente dolorosa para todo el entorno del afectado.
El martes pasado se celebró el día nacional de esta enfermedad y por ello quisimos conversar con el doctor Ignacio González, neurólogo de Clínica Universidad de los Andes para profundizar en esta enfermedad que es la forma más frecuente de demencia en la población general.
¿Qué personas pueden sufrir alzheimer?
Todas las personas están en riesgo de sufrir alzheimer. Hay personas que tienen más posibilidades. Por ejemplo, por razones cromosómicas las personas con síndrome de Down tienen un importante riesgo de iniciar un alzheimer a los 40 años. También las personas que tienen antecedentes de familiares de primer grado que sufran o hayan sufrido alzheimer tiene un riesgo un poco mayor que la población general. Sin embargo, no hay que generalizar. Lo importante es tener en cuenta que el principal factor de riesgo es la edad: a mayor edad más probabilidades de sufrir alzheimer.
¿Nos puede dar algunos números que ilustren el tema?
Para dar algunos números las personas entre 65 y 74 años tiene un riesgo de un 5 %. Los mayores de 85, un 50 %. Hay factores que aumentan estas posibilidades además de los mencionados como la baja escolaridad, antecedentes de hipertensión arterial, accidentes cerebrovasculares y traumatismos craneoencefálicos.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
El síntoma más común y habitualmente el primero en presentarse es la pérdida de memoria, pero también puede haber problemas de lenguaje, alteraciones de la conducta, dificultad para resolver problemas y tomar decisiones, y desorientación en tiempo y espacio; todo lo cual conlleva dificultades para realizar actividades de la vida diaria.
¿A qué edad se pueden presentar los primeros síntomas de la enfermedad?
Lo habitual es que a partir de los 65 años se puede iniciar la enfermedad. Mientras mayor es la persona, más riesgo tiene. A partir de los 65 el riesgo se duplica cada 5 años.
¿Es una enfermedad más común en hombres o mujeres?
Es más común en mujeres. Posiblemente por la presencia en mujeres de una variante genética.
¿Se puede evitar sufrir alzheimer ? ¿Cómo?
Evitar por completo, no. Hay cosas que se pueden hacer para retrasar la presentación de los síntomas como evitar los factores mencionados arriba, un buen control médico optimizando la presión arterial y los otros factores. Ayuda también mantenerse activo intelectualmente ya sea con lecturas, juegos que requieren actividad cognitiva como naipes, dominó, puzzles, actividad física, actividad social. Postergar la jubilación total en la medida que se pueda. Recientemente una publicación en una revista científica parece demostrar que un estilo de vida saludable en alimentación y actividad física son factores protectores.
Se dice que en quien padece la enfermedad es bueno mantener la rutina y evitar los cambios.¿ Por qué?
La persona que ya está sufriendo la enfermedad se encuentra en una situación muy débil, desde el punto de vista tanto intelectual como físico. Debe haber un entorno de protección en muchos ámbitos: administrativos de la casa, compañía, evitar soledad y un largo etcétera. Algunos cambios los pueden perjudicar, como cambio de residencia. Hay que ponderar, la rutina puede tener aspectos protectores en alguna esfera, como la residencia, pero también es bueno que el paciente haga una vida lo más normal posible: paseos, visitar familiares, etc.
Es conveniente recordarle al enfermo lo que olvida o insistir en aclararle la confusión?
Qué hacer con el paciente que ya tiene trastorno de memoria y cómo ayudarlo es un tema muy complejo y depende del estado en que se encuentra el paciente. En general, no convine insistir en temas que el paciente olvida frecuentemente, salvo que lo dañen. Hay que tener mucha paciencia y repetir la información que requiere las veces que sea necesaria. No es bueno señalar: “ya te lo dije”, produce estrés y enfados innecesarios.
¿De qué forma se puede preparar la persona, ya sea familiar o no, que cuida al enfermo?
Otro tema muy complejo es la salud y el bienestar de la persona que cuida a un paciente demente. Es el que más sufre, el cónyuge, el hijo, el profesional que está a su cuidado. El enfermo llega un momento en que no sufre, vive su mundo amnésico y no le importa mucho. El cuidador también debe ser objeto de apoyo profesional en aras de que pueda hacer su trabajo sin dañarse.
¿Cuándo es recomendable que el paciente ya no siga viviendo junto a un familiar o en su casa?
Depende de la etapa. La residencia en su propio hogar debe ser prolongada todo lo posible en la medida que se pueda y el entorno familiar lo permita. Hay pacientes que están toda su vida al cuidado de la familia, que es lo ideal. Otras veces eso no se puede, por problemas de conducta del enfermo o deficientes condiciones de apoyo de la familia. Es entonces cuando se debe institucionalizar al paciente.