Pese a la gran cantidad de música extranjera que llega a Chile, los artistas nacionales siguen produciendo y teniendo presencia en las radios. Y aunque algunos dudan de su real efecto favorable, la Ley que obligó a las emisoras a incluir un 20% de música nacional en su programación ha hecho lo suyo. Para hablar de su impacto y los desafíos de la industria, conversamos con Álvaro Scaramelli, actual presidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD)

Por Rebeca Ubilla

Todos los que disfrutamos de la música de los 80, recordamos el pop que hizo conocido al músico, Álvaro Scaramelli y que le valió varios reconocimientos en distintos escenarios. Como olvidar canciones como “Déjenme” y “Tom y Jerry”, que muchos cantamos a todo pulmón.

Hoy Álvaro si bien sigue realizando presentaciones -el 12 de noviembre dará un concierto en la Sala SCD Egaña con un colectivo de músicos de bandas de los 80-, su rol como presidente de la Sociedad Chilena del Derecho de Autor (SCD) lo tiene como principal defensor de la música nacional.

¿Cómo ves el estado de la música chilena?

Creo que la música chilena está en muy buen momento, de gran crecimiento y desarrollo, como también con una oferta muy diversa. Estando a más de un año de la ley del 20%, la gente quiere más música chilena y eso nos indica que la aprobación de esta Ley va en el camino correcto, que está acercando a la ciudadanía a su música, su identidad y cultura. Si bien aún queda mucho crecimiento por delante, anualmente se editan en Chile cerca de 1.000 discos, lo que refleja una actividad prolífica y una industria musical muy activa. Además, siento que la música chilena está cada vez mejor posicionada entre las personas, pasando a ser parte del “soundtrack” diario de los chilenos.

¿De qué manera la cuota del 20% para la música chilena ayuda a la difusión de la misma?

La radio sigue siendo un factor muy influyente en el desarrollo de la carrera musical de un artista y, la ley del 20%, les ha dado más espacios a los músicos nuevos y ha revitalizado a otros que no estaban tan vigentes. Algunos músicos que antes eran de nicho en las redes sociales, hoy son artistas conocidos transversalmente. El 20% ha hecho que muchas radios que nunca habían programado música chilena, teniendo audiencias acostumbradas a creer que la música chilena no existía, hoy la consideren como parte de su banda sonora, lo que agrega más identidad a nuestro país. Hemos aumentado de un 15% a un 23% promedio de música chilena en las radios, algo que no se veía desde los años de la Nueva Ola.

Esta Ley también ha impulsado nuevas iniciativas…

Por otro lado, esta ley ha impulsado algunos proyectos como el de la Base de Datos de la Música Chilena, iniciativa que hemos implementado para poner a disposición de todas las radios de Chile más de 80.000 canciones de todos los tiempos, estilos y géneros. Así estamos entregando herramientas a las radios y facilitando su acceso a la más diversa música chilena para que puedan cumplir la ley.

Además, se trata de una iniciativa política y cultural que aporta al desarrollo de la industria musical, como también una importante herramienta para la difusión de ésta. De acuerdo a los sistemas de monitoreo de radios que tiene SCD, el cumplimiento de esta norma se ha cumplido en alrededor de un 60%, lo que refleja que aún queda trabajo por hacer. A pesar de que los medios para conocer música se han diversificado, la radio sigue siendo la primera fuente para conocer y acceder a música, por lo que esta ley da la posibilidad a las audiencias de escuchar obras que quizás no tendrían otra oportunidad de conocer.

¿Cómo ves que es la recepción de las actuales generaciones hacia la música chilena?

Yo creo que es una muy buena recepción, ya que son generaciones muy abiertas y ávidas de conocer cosas nuevas, al mismo tiempo de dar un mayor valor a nuestra cultura y a nuestros artistas. En nuestro país, hay una gran diversidad de música, de los más variados estilos y tendencias, lo que ha permitido que las actuales generaciones, quienes se han caracterizado por el desarrollo de marcadas “tribus”, consuman y se identifiquen con la gran oferta de música nacional.

Hasta hace poco existía una radio que sólo emitía música chilena, sin embargo, terminó cerrando, ¿es viable contar con una emisora de este tipo?

Tener una radio sólo de música chilena fue una apuesta en su momento, que funcionó bien, porque todavía las radios no debían cumplir con la cuota mínima de música nacional y, más del 50% de las radios no tocaban música chilena. Hoy ese argumento perdió poder, ya que puedes escuchar música chilena en todas las radios en diferentes horarios, combinada con artistas de otros países y en distintos idiomas, que es lo normal de una programación. Eso significa que la música chilena dejó de ser “de nicho” y pasó a ser transversal, lo que hace difícil que alguien haga una apuesta por una radio que toque únicamente música chilena.

¿Qué desafíos enfrenta la música chilena hoy?

El primer desafío después de la ley del 20% fue demostrar que a las audiencias no les molesta la presencia de música chilena en las radios y así fue. Las encuestas demostraron que las personas no se cambiaron de dial y, por el contrario, muchas radios aumentaron la cuota de música chilena por sobre el 20% exigido por la ley. Los desafíos actuales están en la generación de más espacios de difusión para nuestra música, especialmente a los emergentes o nuevos artistas. Y, es en este contexto que se enmarca la Base de Datos de la Música Chilena, como también otras iniciativas que buscan apoyar al desarrollo y crecimiento de la música nacional, como por ejemplo la Feria y los Premios Pulsar, la celebración del Día de la Música Chilena, las Salas SCD y las diferentes plataformas impulsadas desde SCD, entre otros.

Ves que el Festival de Viña y Olmué, por nombrar algunos, ¿son instancias que ayudan a la difusión de nuestra música?

No queda tan claro cuál es su aporte en relación a la competencia, pero sí lo son para aquellos artistas nacionales invitados como figuras estelares a estos festivales.

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