- El uso de un electrodoméstico tan fundamental como éste con más de dos décadas desde su compra, podría ser la causa del gasto excesivo de energía, afectando al bolsillo de las personas y peor aún, manteniendo un consumo innecesario en tiempos de ahorro y conciencia con el medioambiente.
¿Sabía que actualmente los refrigeradores y electrodomésticos en general, están clasificados de acuerdo con su eficiencia energética? Claro, porque para nadie es un mito que estos aparatos son los que consumen mayor energía en el hogar, especialmente los que superan los 20 años de uso.
Por eso cuando nos acercamos a los dos lustros, por más encariñados que estemos con el aparato, la mejor reflexión es comenzar a pensar en cambiar el refrigerador por uno nuevo. ¿Por qué? Pues bien, según datos proporcionados por la Fundación Chile, a nivel residencial, el 20% del consumo eléctrico de un hogar corresponde a la refrigeración de alimentos (refrigerador y congelador), siendo uno de los artefactos que más energía consume. Por eso un refrigerador antiguo, sin mantenciones regulares, podría aumentar ese consumo hasta un 50% o más.
Según cuenta Jerónimo Huerta, gerente general de mabe en Chile, es fundamental tener en cuenta el recambio de los electrodomésticos, especialmente el refrigerador, ya que, según dice “el avance de la tecnología y su incorporación en la producción de electrodomésticos, hoy permite contribuir a la transición energética de Chile, mediante el incentivo de la eficiencia energética por su aporte a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (40%) y mitigación del cambio climático”, afirma.
Según señala el ejecutivo de mabe, el uso de nuevas tecnologías es fundamental, algo que en la compañía han asimilado muy bien respecto a la fabricación de refrigeradores, los que, por ejemplo, cuentan con la Tecnología Home Energy Saver, la cual según explica Jerónimo Huerta “ permite el ahorro de hasta un 58% de energía, gracias a la incorporación de patrones de funcionamiento inteligente y cómodos de usar, dándole a los consumidores no solamente la opción de ser más conscientes del ahorro para la economía del hogar sino también, conscientes del impacto que sus decisiones de consumo tienen sobre el cuidado del planeta”.
Refriclaje
Pero ¿qué hacer con el antiguo refrigerador una vez realizada la compra de un nuevo electrodoméstico? En esta línea mabe, empresa líder en la fabricación de electrodomésticos en América Latina, se uno a la campaña llamada “Refriclaje” en noviembre de 2021 y que se encuentra vigente hasta el 31 de este mes.
La iniciativa apunta a premiar con descuentos a los usuarios que decidan donar su antiguo aparato y así evitar importantes daños al medioambiente, debido a la incorporación de gases en este tipo de electrodomésticos, lo que afectan directamente al ecosistema, ya que hablamos de elementos que son causantes del efecto invernadero y del calentamiento global.
“Refriclaje” es parte de la iniciativa “Acelerando la transición energética hacia un mercado de refrigeradores y congeladores eficientes en Chile” que financia el Global Environmental Facility (GEF); implementa ONU Ambiente y ejecutan los ministerios de Energía y Medio Ambiente, Superintendencia de Electricidad y Combustibles, y Fundación Chile en alianza con el sector privado liderado y los principales fabricantes de estos aparatos eléctricos y electrónicos donde se encuentra mabe.
Según datos entregados por Fundación Chile, se estima que actualmente hay aproximadamente un millón de refrigeradores con sobre 15 años en el país, los que consumen más del doble de energía que las tecnologías nuevas, generando además alrededor de 1.000 toneladas de CO2 equivalente al día. Los gases de un solo aparato antiguo podrían causar el mismo daño a la atmósfera que un vehículo mediano viajando dos veces ida y vuelta de Arica a Punta Arenas.