- La implementación de sistemas de bicicletas públicas y un progresivo aumento de ciclovías ha provocado que un mayor número de personas decida ocupar la bicicleta como medio de transporte principal, dejando de lado el automóvil. Sin embargo, ¿estamos preparados físicamente para practicar de forma regular este deporte? El traumatólogo de Clínica Vespucio, Gonzalo Umaña, nos entrega recomendaciones para evitar posibles daños musculares en el intento.
La bicicleta es un medio de transporte que se ha popularizado en nuestro país por ser ecológico, beneficioso para la salud y además económico. No sólo se considera para hacer ejercicio, sino que como medio para trasladarse de la casa al trabajo y viceversa, por lo que se prevé un incremento aún mayor en su uso dentro de los próximos años. Sin embargo, no hay que olvidar que como todo ejercicio, si no se practica de forma correcta, puede generar molestias.
El ciclismo es clasificado como una actividad deportiva de tipo predominantemente aeróbico, que compromete altamente al sistema cardiovascular y respiratorio, además de numerosas zonas musculares. En este contexto, el traumatólogo de Clínica Vespucio, Gonzalo Umaña, asegura que “la práctica de este deporte permite obtener las clásicas mejoras típicas de los deportes de resistencia como lo son la eficiencia cardíaca, capacidad respiratoria, eficiencia muscular y que al practicarlo de forma regular, conlleva además a un mejor control de la presión arterial, de la glicemia, del colesterol y del peso corporal”. Sin embargo, si no se toman las precauciones necesarias, el ciclista se expone a lesiones y dolores musculares que pueden producir gran dolor.
Lesiones más comunes
· Dolores de rodilla: por lo general asociado a problemas de alineación con la rótula o ligamentos o tendones causados por sobreuso.
· Lesiones en la cabeza: varían desde heridas hasta traumas severos con pérdida de conciencia o muerte, por lo que el uso del casco es obligatorio.
· Dolores de espalda y cuello: usualmente causados por tensión muscular tras largos periodos en la bicicleta y asociados a sobreuso y mal alineación muscular.
· Dolor o molestia de muñeca o mano: causados por la mala posición con respecto al volante, que sobrecarga los tejidos de la muñeca, o bien un impacto.
· Problemas urogenitales: se causan por compresión de los nervios que se encuentran en el área genital o rectal por la posición del sillín y los pequeños golpes que esa área recibe durante el ejercicio.
· Molestias en los pies: usualmente entumecimiento que se asocia a los zapatos muy ajustados, o un aumento de la presión en los músculos de la pantorrilla por sobreesfuerzo al pedalear, que comprimen los nervios que van hacia el pie.
Recomendaciones
Según el traumatólogo de Clínica Vespucio, Gonzalo Umaña, la postura y el entrenamiento gradual son fundamentales para pedalear sin problemas, además de visitar al médico antes de usar la bicicleta de manera habitual. Dentro de las principales advertencias que hace el especialista están:
· Usar ropa y accesorios especializados. Para evitar enfermedades causadas por enfriamiento, la indumentaria debe ser adecuada al clima, permitir la evaporación del sudor y la protección contra el viento. Usar ropa reflectante para evitar accidentes en la ruta, y el uso de casco, gafas y guantes limitará los daños en caso de caídas y accidentes.
· Dosificar el ciclismo de acuerdo al propio nivel, con la idea de que la fatiga no obligue a dañar la postura en la bicicleta.
· Reconocer el recorrido que se realizará previamente, lo que disminuye el riesgo de accidentarse.
· Realizar un chequeo médico previo al iniciar la práctica de cualquier deporte en forma seria o competitiva
· Calentar y elongar antes y después de practicar cualquier actividad física. En el ciclismo se utilizan y exigen casi todas las partes del cuerpo, por lo que se recomienda realizar elongaciones tanto de cuello, espalda, extremidades superiores e inferiores, caderas y pelvis entre 10 a 30 segundos por grupo muscular