• En Chile, la reconstrucción mamaria tras una mastectomía se incorporó a la canasta de patologías Auge-GES en el año 2006, por lo que cada día más mujeres tienen acceso a esta operación, que logra mejorar considerablemente su calidad de vida.

El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial y nuestro país no está ajeno a esta realidad. Una de 9 mujeres en Chile desarrolla la enfermedad a lo largo de su vida, con un promedio de 40 casos por cada mil mujeres.

Este tipo de cáncer se caracteriza por el crecimiento anormal y desordenado de células del tejido mamario, formando un tumor maligno que inicialmente se ubica en la mama, pudiendo extenderse a otros órganos si no es tratado a tiempo.

Si bien se sabe que en algunos casos el hecho de tener antecedentes familiares de esta enfermedad reviste un aspecto fundamental para los chequeos a temprana edad, lo cierto es que sólo entre un 5% y un 10% de los cánceres de mama se deben a una anomalía heredada de la madre o padre. Además, el riesgo aumenta progresivamente con la edad: un 20% de los cánceres de mama se producen entre los 40 y 50 años, mientras que la edad promedio de las pacientes que lo presentan es a los 60 años.

Toda mujer mayor de 20 años debiera realizarse controles médicos cada 3 años y después de los 40, mamografías de manera permanente, sin embargo, son muchas las mujeres que no hacen esta rutina, exponiéndose a desarrollar un cáncer mamario y poner en peligro sus vidas.

R Prado (en baja)“Las consecuencias de las pacientes que han sufrido cáncer de mama y se han sometido a una mastectomía son innumerables, dejando heridas tanto físicas como psicológicas, que suelen generar un daño en la autoestima de la paciente” señala el cirujano plástico Roberto Prado.

Hasta hace algunos años, la mastectomía o extirpación de la mama por cáncer era como un verdadero menoscabo en la femineidad, un duelo físico y sicológico que, gracias a los avances en cirugía plástica, hoy es posible revertir.

“En general, la mayoría de las mujeres sometidas a una mastectomía pueden realizarse una cirugía reconstructiva. Lo ideal es que ésta sea inmediata, eso significa que en el mismo momento que se realiza la cirugía por el cáncer de mama se realice la reconstrucción, porque así la mujer no se ve sin mamas en ningún minuto y eso es muy positivo psicológicamente para la paciente”, explica Roberto Prado.

El protocolo habitual es que en una primera intervención se realice la reconstrucción mamaria referida básicamente al tamaño y al volumen de la mama, mientras que en una segunda cirugía se realice la reconstrucción de la areola y el pezón.

Prado aclara que “muchas veces también hay otras cirugías por retoques que son necesarios realizar para mejorar algún detalle estético que puede no haber sido satisfactorio en un primer momento y donde, incluso, se puede recurrir en algunos casos a un tatuaje para crear la areola”.

Respecto a las contraindicaciones por una reconstrucción de mama, el profesional asegura que son puntuales y tienen relación directa con la enfermedad, ya sea porque el cáncer estaba en un grado muy avanzado o porque la paciente deberá continuar con algún tratamiento posterior como radio o quimioterapia. “En estos casos, la alternativa es colocar un expansor para poder empezar a inflarlo precozmente sin necesidad de otra cirugía”.

El cirujano plástico explica que ante un cáncer de mama el tratamiento no siempre es una mastectomía total, ya que hay otras alternativas menos invasivas, siendo la más habitual la tumorectomía. “Esto es básicamente sacar el tumor, pero deben ocurrir algunas circunstancias especiales como que éste sea pequeño, que no sea de una histología especialmente agresiva y que tenga una mama de un tamaño suficiente para que tenga un buen resultado”.

En muchos países la reconstrucción mamaria tras un cáncer es prácticamente un derecho y en Chile se ha reconocido también como tal, ya que en el ítem de la patología Auge-GES referida al cáncer de mama está contemplada la reconstrucción mamaria para todas las pacientes. “Lo ideal es que el 100% de las mujeres pudiera hacerse una reconstrucción mamaria después de una cirugía de mastectomía por cáncer, como una manera de devolverles la confianza y autoestima que, muchas veces, se ve afectada por esta enfermedad”, enfatiza Roberto Prado.