Esta patología la pueden padecer desde 14 a 43 personas por cada 1.000 habitantes en el mundo, siendo principalmente hombres mayores de 50 y asociados al consumo de tabaco, antecedentes familiares y probablemente con relación a un daño pulmonar por fármacos.
El jefe broncopulmonar de Clínica Dávila, Dr. Felipe Rivera, advierte que su diagnóstico puede ser muy difícil y lento, ya que demora a veces años entre su primera manifestación y su confirmación. La Fibrosis Pulmonar Idiopática es una enfermedad destructiva del pulmón que provoca la cicatrización permanente de éstos, generando dificultad para respirar y la disminución de la cantidad de oxígeno transportado a los órganos principales del cuerpo.
Esta patología tiene una alta mortalidad ya que con el tiempo disminuye la función pulmonar del paciente que lo padece. “La progresión de la fibrosis depende de cada caso, sin embargo, las exacerbaciones (acontecimientos de empeoramiento respiratorio agudo) afectan en el curso de ella, conduciendo muchas veces a la muerte”, explica el jefe broncopulmonar de Clínica Dávila, Dr. Felipe Rivera.
Entre 14 y 43 personas por cada 1.000 habitantes en el mundo puede sufrir esta enfermedad, afectando principalmente a hombres mayores de 50 años. Aunque las causas de la fibrosis son desconocidas, variables como el tabaco, daño pulmonar, antecedentes familiares, reflujo ácido anormal, las exposiciones ambientales y las infecciones virales crónicas son factores de riesgo que la pueden provocar. Los individuos con este problema experimentan diversos síntomas tales como la dificultad para respirar durante la actividad física, llamada disnea, tos seca y persistente, molestias en el pecho y acropaquia, que es el engrosamiento del tejido que se encuentra por debajo de la uña de los dedos de manos y pies. “Además, más del 80% de los pacientes pueden experimentar un sonido distinto al inspirar, el cual se detecta simplemente a través de un estetoscopio”, agrega el especialista.
Sin embargo, el diagnóstico de la fibrosis puede ser difícil y demorar entre uno y dos años desde su primera manifestación y su definición. “Para confirmar esta enfermedad se requiere de pruebas específicas, como las imágenes de pulmón utilizando una tomografía computada de alta resolución.
El problema es que la mitad de los afectados reciben un evaluación inicial errónea ya que es similar a otras patologías como la EPOC, el asma o la insuficiencia cardíaca congestiva”, señala el experto. Detección precoz y tratamiento El médico broncopulmonar explica que el diagnóstico preciso y precoz de esta enfermedad es importante, ya que las opciones de tratamiento pueden colaborar con los pacientes a controlar su condición y mantener su calidad de vida.
“Lamentablemente el pronóstico de la fibrosis no es bueno, ya que la mayoría a los 3 a 4 años de diagnosticada la patología, fallecen, aunque al descubrirla tempranamente, se logra combatir de mejor manera”, advierte Rivera. Existen distintos tratamientos para enfrentar esta enfermedad, en un principio se utiliza el farmacológico, que permite la reducción de la disminución de la función respiratoria y de las exacerbaciones, sin embargo, en los casos más graves, se debe realizar un trasplante de pulmón. “Para enfrentar este problema también existen procedimientos con oxígeno suplementario, el manejo de la tos y la rehabilitación pulmonar, la cual puede incluir ejercicios especiales o estrategias de respiración”, finaliza el Dr. Felipe Rivera.
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