• Las células madre están revolucionado la medicina cardiovascular, surgiendo como una gran alternativa para reparar la zona afectada por un infarto, en cuanto a tejido conectivo y vasos de irrigación.    

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la primera causa de mortalidad en los países desarrollados, incluyendo también a nuestro país. Y es que según cifras del Ministerio de Salud, en Chile una persona fallece cada hora por un infarto al corazón.

Según datos entregados por la Organización Mundial de la Salud OMS, se calcula que en 2012 murieron por esta causa 17,5 millones de personas, lo que representa un 31% de todas las muertes registradas en el mundo.

Hoy existen nuevas posibilidades a partir de descubrimientos sobre las propiedades de las células madre, cuya aplicación puede reparar la zona afectada por el infarto en cuanto a tejido conectivo y vasos de irrigación.

Alejandro Guiloff, Director Médico y Gerente General de VidaCel, primer y más grande banco de células madre en Chile, señala que “la principal característica que poseen estas células es su potencial de auto renovarse y así convertirse en células de diferentes tejidos del cuerpo como músculos, vasos sanguíneos y fibras nerviosas”.

Esta versátil capacidad permite que la ciencia médica las utilice para restaurar los tejidos deteriorados por la edad, enfermedad o lesión. Dada esta característica, también están siendo utilizadas para el tratamiento de infartos como una alternativa para poder reparar la zona afectada.

Las células madre “pueden apoyar la recuperación de la función contráctil miocardia al reemplazar parte de las células destruidas o dañadas por células nuevas, esto permite recuperar la función contráctil del paciente y mejorar su calidad de vida”, señala el director de VidaCel.

“En el momento en que se realiza el cateterismo cardíaco o cuando se instalan los stents que abren la oclusión de la zona infartada, se inyecta una cantidad importante de células madre directamente en el área afectada. Éstas son capaces de ir a regenerar el tejido, generar nuevos vasos sanguíneos y de alguna manera volver el tejido a como era antes del infarto”, afirma Alejandro Guiloff.

Cabe destacar que hasta la fecha, frente a un infarto, el tratamiento consistía básicamente en realizar un trasplante cardíaco (algo complicado por la disponibilidad de donantes y los problemas de rechazo). La utilización de células madre disminuyen las posibilidades de rechazo ya que se obtienen de la médula ósea o tejido adiposo, entre otras fuentes, del propio paciente, eliminando los problemas de rechazo. Los expertos señalan que, si estos resultados se mantienen, a futuro la aplicación de células madre podrá abrir nuevas oportunidades de tratamiento en medicina cardiovascular.