- Cada vez son más las personas que se abren a un tratamiento complementario a la medicina tradicional, tanto así que el Ministerio de Salud ha reconocido algunas terapias como profesiones auxiliares de la salud.
Durante siglos la medicina alópata fue la única reconocida por la sociedad occidental como solución a las enfermedades y males que aquejaban a las personas. Hoy en día, la medicina tradicional se abre a considerar una visión más holística del individuo y comparte su campo con terapias complementarias como la acupuntura, la naturopatía, ambas reconocidas por el Ministerio de Salud, el reiki, la auriculoterapia, los sistemas de esencias florales y muchas más.
Ya en el 100 A.C. los chinos comprendían el funcionamiento de los canales energéticos y los puntos que, al ser estimulados con agujas, traían beneficios y curaban enfermedades. La auriculopuntura pronto dio paso a la auriculoterapia, sistema que ve en la oreja zonas representativas del cuerpo humano y que permite un tratamiento a base de balines o semillas que actúan sobre puntos específicos según la enfermedad o dolencia, pudiendo tratar desde el resfrío común hasta la epocondelitis, siendo también un gran apoyo en dietas o procesos de erradicación del tabaquismo.
En Chile son varios los sistemas florales que se están utilizando, el más conocido es el creado por el doctor Edward Bach, quien diseño un conjunto de esencias que buscan tratar diferentes síntomas o desequilibrios en la dimensión emocional-mental de las personas, ya que serían estos los que originarían las enfermedades, según su teoría.
Desde hace algunos años están funcionando en Chile las Flores Chamánicas o de Poder del Antiguo México, una terapia que considera además la herencia y sabiduría de nuestros ancestros, “es lo genial de estas 21 esencias, tratan tu vida desde la experiencia uterina, donde se guardan todas las memorias ancestrales y la experiencia de tu madre; pasando por tu vida biográfica, la que hacemos cada día, consciente o inconscientemente; y toma la vida de tu ancestros, padres, abuelos, toma sus historias. Por ejemplo, a veces no sabemos por qué reaccionamos con temor ante ciertas circunstancias o por qué nos sentimos bloqueados o despreciados… a veces el problema no es nuestro, pero sanando nuestro pasado, sanamos nuestra vida y damos luz a nuevas generaciones”, comenta Fernanda Hidalgo, terapeuta complementaria.
Reconocer al hombre como un todo ha significado que incluso el Hospital San Borja Arriarán realice un diplomado de Sanación Pránica, que reconoce que el cuerpo material está soportado por un cuerpo sutil de energía. La enfermedad se manifiesta primero en este cuerpo etérico, antes que en el físico, por eso la terapia consta en intervenir a dicho nivel, actuar antes que la dolencia se haga real en el cuerpo.
“Hoy se ha comprendido que el hombre no sólo es materia física, no es sólo cuerpo. Tenemos alma, espíritu, una energía interna que también debe ser considerada si buscamos el bien estar de forma integral”, asegura Fernanda.