Educar a los niños puede ser una tarea difícil, más aún cuando esto se hace sin la compañía de la madre, pues toda la responsabilidad y cuidado recae sobre una única persona. Sin embargo, según expertos, se trata de una realidad posible y que en la actualidad cada vez es más frecuente.
Hoy, más hombres y mujeres en Chile viven solos con sus hijos. De acuerdo a cifras del Ministerio de Desarrollo Social, revelados en su encuesta Casen, en 1990 sólo el 5% de los hogares monoparentales era de hombres, mientras que para 2013, la cifra alcanzó el 12,2%.
Según la psicóloga de Clínica Vespucio, Jessica Piña, los hogares monoparentales masculinos, donde un hombre cría solo a sus hijos, son cada vez más comunes. Las causas más habituales son la viudez y la separación.
“El principal problema es psicológico; pensar en que los hombres se enfrentan a dificultades diferentes que la madre no es real. La crianza, con virtudes y defectos, es igual en cualquier caso, ya sea si la madre cría sola, o el padre”, asegura la profesional, quien advierte que a pesar de que la percepción y la forma de sobrellevar las dificultades puede ser distinto, finalmente ambos logran resolver los obstáculos que se puedan presentar.
De acuerdo a la psicóloga, un padre no debe tratar de suplir la presencia de la madre, ya que para los niños, la familia consta de madre, padre e hijos. “Si falta alguno, la idea es poder apoyar y dar la mayor contención posible”, explica la profesional, quien agrega que es necesario contar con un entorno cercano que pueda ayudar en el cuidado de los menores.
Al igual que las mujeres que se hacen cargo solas de un hogar, el consejo es no aislarse y afianzar redes con familiares y amigos. “Es importante reservar espacios personales, por eso las redes son importantes”, asegura Jessica Piña, quien recomienda permitirse tiempos para realizar otras actividades, como hacer deporte, salir y descansar para prevenir estrés.
La especialista advierte que podrían presentarse algunas dificultades de autoestima y socialización, además del rendimiento escolar. “En estos casos, el padre debe hacer lo mismo que haría una madre, es decir, tratar de contener al hijo, y en caso de ser necesario, buscar ayuda profesional a través de un especialista”, concluye.
Atención con estos tips
Contar sobre la existencia de la madre: Es fundamental que se le dé una explicación racional al niño, según su capacidad cognitiva, de por qué no está su madre. Cuando se les priva a los niños de una explicación, en su mente se genera un mundo de posibilidades, como por ejemplo, que no está porque no lo quiere o porque él hizo algo malo.
Evitar que el niño asuma el rol de adulto: Ya que el padre no cuenta con otro par en la casa, es fácil tender a involucrar al hijo en conversaciones que no le corresponden, tanto por su edad como por su rol. Es importante que el papá mantenga otros espacios de encuentro con adultos.
Generar espacios de entretención: Es necesario que la relación no sólo se trate de educar y formar hábitos, sino que también incluya espacios de recreación, en los que disfruten y rían juntos.