Es habitual subir de peso durante las vacaciones. Esto se debe a varios factores, entre ellos el aumento de la ingesta calórica, la disminución de la actividad física y el cambio de horario de las comidas. La nutrióloga, Ximena Muñoz, entrega algunos tips para bajar esos kilos subidos en el verano.
Cuando terminan las vacaciones la mayoría de las personas se mira al espejo y se pregunta ¿cómo subí tanto de peso? Y más importante aún ¿cómo los vuelvo a bajar? “No hay dieta mágica para este tipo de situaciones. Para lograr su peso ideal es importante considerar que los planes de alimentación deben ser personalizados dependiendo de la condición patológica y fisiológica de cada persona. Pero sí hay consejos generales que se deberían tomar”, explica la nutrióloga Ximena Muñoz:
Comience una rutina de actividad física: Treinta minutos de actividad moderada diaria. En períodos en que quiera perder peso, intente aumentar el tiempo de esta actividad. Vaya extendiendo el tiempo e intensidad de manera progresiva. Para moverse no necesita ir al gimnasio. Puede subir cerros, andar en bicicleta o limpiar vigorosamente su hogar.
- Vuelva a sus rutinas de horarios, nutrición y ejercicio lo antes posible.
- Nunca deje pasar el desayuno: Tomar desayuno siempre antes de las 9 am. Es la comida más importante del día y sin él, el metabolismo se pone más lento.
- Mantenga un horario para comer: No deje espacios de tiempo muy prolongados entre comidas. Idealmente fraccione sus comidas cada 3-4 horas. De esta forma manejará mejor la ansiedad y preservará su metabolismo.
- Hidrátese: La cantidad de líquido requerido depende de cada persona y en ello influyen factores como edad, sexo y nivel de actividad física que se realiza y factores ambientales. En general, la recomendación es de aproximadamente 2,5 litros y 3,5 litros de líquido al día para mujeres y hombres, respectivamente. Puedes variar entre agua, té, bebidas sin azúcar.
- No caiga en dietas extremas: Las dietas no deberían suprimir grupos de alimentos básicos como lo son los hidratos de carbono, por ejemplo, ya que éstos son la mejor fuente de energía para el organismo. Tampoco se puede clasificar a ciertas comidas como buenas o malas. La clave es alimentarse en forma balanceada restringiendo algunos alimentos para poder generar un balance negativo y perder peso.
Para la doctora especialista en nutrición, “la alimentación no es una moda, sino que sinónimo de salud y es importante que las personas cuiden de ésta durante su ciclo de vida completo y no solo volviendo de las vacaciones. Esto se traduce en una alimentación balanceada apoyada por un plan de actividad física diario”.
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