Accidentes menores, y otros no tanto, cosas perdidas, falta de aseo o tragos de más, pueden terminar con el gran festejo en dos segundos. Por ello, en plena época de graduaciones, un especialista en dirección y producción de eventos entrega los detalles clave que hay que considerar a la hora de organizar esta fiesta, para evitar pasar malos ratos y asegurarse de que la graduación sea realmente inolvidable.

Es la fiesta que deja atrás una de las mejores etapas de la vida. Para bien o para mal, todo lo que pase esa noche será recordado por cada uno de los alumnos del curso. Cada vez que se junte un grupo de excompañeros, rememorarán algún detalle de la fiesta de graduación, por lo cual los organizadores, que muchas veces son los mismos padres, deben estar atentos a cada pormenor.

“La fiesta de graduación debe ser muy buena, ya que es algo que los chicos van a recordar en el  futuro. No hay nada más desagradable que una mala fiesta de graduación y luego juntarse 25 años después y recordar que el baño estaba sucio o que la comida estuvo mala”, ejemplifica Hernán Cavada, docente de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico.

Para evitar pasar malos ratos y percances, se deben consideran tres importantes elementos: el lugar donde se realizará la fiesta, las condiciones de seguridad y prevención de riesgos, y los contenidos y servicios de la fiesta. “También hay quienes deciden incluir el transporte, es decir, arriendo de una van para que los padres estén tranquilos de que el adolescente va a volver al término de festejo”, comenta el productor de eventos.

Las tradiciones aún no se han dejado de lado. Después del disfrute de la fiesta, se sigue estilando ir al Mercado Central o al aeropuerto a tomar un consomé o desayuno. ¿Por qué se hace? “Esto tiene que ver con las tradiciones de buena suerte, con el éxito que se espera para el futuro”, explica el académico.

Hernán Cavada, docente de Dirección y Producción de Eventos de la Universidad del Pacífico, entrega los ocho errores más comunes que cometen los padres que organizan las Fiestas de Graduación:

Mala guardarropía: Nada peor que en tu graduación se te pierda la chaqueta o la cartera. La guardarropía debe estar en un lugar seguro y bien organizado.

Pista de baile con objetos peligrosos: Muchas veces las mujeres van con taco alto, pero después de la cena se los quitan para bailar. ¿Y si hay algún tornillo, alambre o pedazo de vidrio? Las mujeres sin zapatos quedan expuestas a todos estos riesgos. Los organizadores de la fiesta tienen que prever este detalle y por eso deben limpiar acuciosamente la pista de baile, aunque igual se recomienda que las niñas no andar descalzas.

Baño sucio: El baño cochino es algo que ocurre frecuentemente en las fiestas de graduación, porque los organizadores no lo chequean o porque se olvidan del gran detalle de poner papel higiénico.

Pésima música: Para tener una buena música en la fiesta no se debe necesariamente gastar todo el dinero en una banda famosa. Es importante buscar un buen grupo musical, afiatado y con un show entretenido. Hoy en día lo que más les gusta a los jóvenes es la nueva cumbia chilena. Después de la banda sigue el DJ, que también debe ser probado y tener una buena playlist.

Fiesta cancelada por no contar con los permisos: Nada peor que la ley clausurando la fiesta. Es por eso que es muy importante preocuparse de los permisos municipales, de policía y derechos autorales. No hay que olvidar que la música se paga. Puede ser que le requisen los equipos al DJ porque no pagó los derechos de autor y ahí se acaba la fiesta.

Sin show audiovisual: Hoy en día los recursos tecnológicos son muy accesibles. Un data show o una pantalla LED son relativamente baratas de contratar como un servicio y la posibilidad de generar y mostrar contenido audiovisual es muy positivo, ya que un video puede ser mejor recuerdo que un anuario para las nuevas generaciones.

Mala comida: En Chile tradicionalmente la comida ha sido transversal, es decir, se les servía a todos lo mismo en la fiesta de graduación. Pero actualmente somos más exquisitos, porque los comensales ya tienen algunas tendencias. Por ejemplo, algunos de los graduados pueden ser vegetarianos o veganos. Tampoco hay que olvidarse de quienes son alérgicos, lo que hace necesario pedir menús alternativos a la banquetería. Hoy en día la carne está cediendo su podio al pavo o al pollo en las fiestas de graduación.

El postre suele ser uno de los platos más importantes, por lo que se recomienda instalar un mesón con varias opciones. Y algo que puede parecer obvio: preferir banqueteros conocidos, que tengan permiso sanitario y el equipamiento necesario para asegurar que, por un lado, se respete la cadena de frío de los alimentos y, por otro, que la comida caliente se sirva efectivamente caliente. Nada peor que terminar la fiesta con un grupo de jóvenes intoxicados.

No controlar el alcohol: Los padres deben discutir previamente si van a permitir o no que haya alcohol en la fiesta y de ser así, determinar cómo van a dejar que sus hijos se comporten respecto al trago. Si van a permitirlo, se puede entregar de manera dosificada, como por ejemplo una copa de champagne.

Foto vía: snapshot.com.mx