• Aumento de las temperaturas, florecimiento de las plantas y mayor luz de día, son factores que hacen de la primavera una época del año ideal para muchas personas. Sin embargo, para otros es todo lo contrario, pues significa una baja en el estado de ánimo y en la autoestima, dado que padecen de Trastorno Afectivo Estacional (TAE). Según la psicóloga Jessica Piña, este mal se presenta mayormente al inicio del invierno y a finales de la primavera.

Se trata de un trastorno de ánimo que se presenta en algunas personas en determinadas épocas del año. En invierno, está relacionada con la disminución de la luz solar y la temperatura, mientras que en la primavera con las alergias.

Según la psicóloga de Clínica Vespucio, Jessica Piña, en primavera ocurren dos sucesos. “Por un lado, la llegada de esta estación implica un aumento de la intensidad y duración de la exposición a la luz solar, lo que produce mayor sensibilidad y cambios emocionales en las personas. Por otro, se relaciona con las alergias, en donde existe un compromiso respiratorio que provocaría mayor inestabilidad en los estados de ánimo”, asegura la profesional.

Con respecto al primer punto, la luz solar ingresa a través de nuestros ojos hasta la glándula pineal que está ubicada en el cerebro, afectando la secreción de la hormona relacionada con la regulación del sueño y estabilidad del ánimo (melatonina).

Síntomas

  • Falta de energía
  • Pensamientos negativos
  • Alteraciones de sueño
  • Alteraciones alimenticias
  • Problemas de concentración
  • Irritabilidad

Tratamiento

La psicóloga de Clínica Vespucio asegura que el tratamiento es multidisciplinario. “Por un lado, se debe acudir al psiquiatra, ya que se debe generar una contención médica por el hecho de que existen dificultades biológicas involucradas. Por otro lado, se debe acudir también al psicólogo para poder tratar aspectos psicológicos involucrados en el proceso”, asegura Piña.

Atención con las recomendaciones

  • Evitar que las personas deprimidas se aíslen. Lo ideal es que mantengan el contacto con sus seres queridos, dado que ellos son quienes los conocen mejor y pueden prestarles un gran apoyo.
  • Evitar la vida sedentaria. Ésta suele tener un efecto negativo en los pacientes.
  • Controlar el sueño. Hay que dormir lo suficiente, no demasiado. Por lo general los cuadros depresivos pueden llevar de un extremo al otro.
  • Evitar el consumo de drogas y alcohol, ya que éstas acentúan los síntomas depresivos y la inestabilidad anímica.
  • Comer de manera saludable, evitando grasas saturadas.