• Del tradicional sector de Santiago, los mueblistas del Barrio Franklin se organizan, expanden su negocio y abren una nueva casa. Quieren mantener así la tradición de décadas, creando muebles con sus propias manos y entregándolos a su público fiel. Bajo el nombre “Aires del Mueble” y manteniendo siempre la tradición, se instalaron en Buenaventura, con más comodidades, pero manteniendo la calidad y los precios: “Hoy sentimos que el techo lo ponemos nosotros mismos”.

Llevan más de 30 años en el mismo lugar y se han ido abriendo paso en un camino lleno de esfuerzos, que los ha llevado a tener un espacio en lo que hoy se conoce como el Mall del Mueble, ubicado en San Diego con Placer, un lugar que recibe a cientos de visitantes diariamente, en busca de la tradición y calidad de los muebles que ellos ofrecen y que con mucho cariño fabrican con sus propias manos, para ofrecer al público.

Conocidos también como los “Mueblistas de Franklin”, aseguran que la gente los prefiere por tener las “tres B”: Bueno, Bonito y Barato y además porque son fabricantes de sus productos y muchos son elaborados según los pedidos de los clientes, quienes son atendidos por sus propios dueños, ofreciendo calidad y garantizando un buen servicio.
Pero también son emprendedores y por eso quisieron dar un importante paso y en contra de todas las teorías económicas que hablan de un estancamiento a nivel nacional, ellos se juntaron en una Cooperativa y lograron la expansión comercial, al instalarse, todos juntos, en una nueva dirección, que traerá nuevas perspectivas a su negocio.
Es así como, los ahora socios, se están instalando desde este mes de septiembre en San Ignacio 701, Buenaventura, Quilicura, en una espacio perfecto para recibir a los cientos de clientes cautivos por su calidad y a los nuevos, a quienes invitan a conocerlos.

“Somos emprendedores, y queremos seguir creciendo, para que todos conozcan la calidad de nuestros muebles, la tradición de nuestra fabricación y los precios que siguen siendo siempre muy convenientes. Ahora nosotros ponemos el techo y juntos nos asociamos en este bonito proyecto, que nos tiene un una nueva y gran casa, en la que podremos recibir a nuestros clientes con muchas más comodidades de las que teníamos en Franklín, con un estacionamiento gratuito, seguridad para quienes nos visitan. Pero lo más importante es continuar con la tradición, características que nos destaca y que nos ha hecho ser los preferidos de mucha gente a través de estas décadas de trabajo”, señala Lupe Robles, vocera de este grupo de emprendedores.

Una gran infraestructura reunió a unos 50 comerciantes y artesanos del mueble, quienes recibirán a su público habitual y a todos los nuevos clientes que lleguen a visitarlos. Además hay cambo de nombre y ahora se llamarán “Aires del Mueble”, para dar la bienvenida a un nueva etapa.
“Siempre hemos querido ser dueños de nuestro propio establecimiento. Por ahora, hemos arrendado un tremendo local en Quilicura y lo administraremos nosotros mismos. En el futuro, queremos crecer más. Tener otros puntos de venta en otras comunas de Santiago, como Puente Alto, Maipú y, por qué no… en regiones. Hoy sentimos que el techo lo ponemos nosotros mismos”.

Tres décadas de tradición

Para dar este gran paso, lo primordial es la buena relación que existe entre todos los locatarios, quienes se han visto a diario durante años y destacan la buena convivencia que hay entre ellos. “Al final, todos nos volvemos gente conocida y hemos ido creciendo como familia alrededor de este negocio. Se trata de gente honesta y trabajadora”.

¿Cuál es el aporte de ustedes a las tradiciones de nuestro país?

La venta de muebles en el sector forma parte del paisaje del Barrio Franklin. Hoy usted no concibe el sector sin el mercado del mueble. Mucha gente trabaja en esto por muchos años. Sólo en el Mall del Mueble somos más de cien comerciantes entre fabricantes y vendedores, además, tenemos y damos trabajo a otras doscientas personas, entre vendedores, fleteros.

Foto: http://www.plataformaurbana.cl/