La ingeniero comercial y creadora del exitoso podcast “Confía en tu poder”, acaba de lanzar su libro “El éxito de ser tú” , dirigido especialmente a las mujeres, a quienes invita de vivir de manera auténtica, de acuerdo a su esencia, dejando atrás las expectativas.
Por Rebeca Ubilla M.
Qué más mujeres se atrevan a diseñar su futuro, es el gran objetivo que tiene, Alejandra Pérez al lanzar su libro “El éxito de ser tú” (Editorial Planeta), una publicación que según ella misma define es de liderazgo, al que define como un rol que inspira y genera cambios a través de la confianza y colaboración.
La autora -de profesión Ingeniero comercial, Master en Innovación y certificada como manager Coach- busca mentorear a todas aquellas mujeres que se han transformado en el 90% de la audiencia de su exitoso podcast “Confía en tu Poder”, el cual va a cumplir tres años, donde busca entrevistar a referentes nacionales e internacionales de modo que se transforme en una mentoría grupal.
-¿Cuándo viene el salto del podcast al libro?
-Yo ya había hecho dos libros de adultos en coautoría y uno de niños, entonces dije qué ganas de plasmar lo del podcast en un libro para ayudar a más personas… En el podcast pude oír cuáles eran los principales dolores de quienes nos escuchan, entonces quise ayudar a través de otro canal, generando un método y que estuviera enfocado a mujeres.
Esto, porque creo que estamos en un momento bastante bisagra de lo que significa ser mujer en términos de roles, de creencias y de oportunidades. En el ámbito laboral hemos salido a lo público, a los trabajos, pero nuestro bienestar no necesariamente ha mejorado junto con todo eso.
Creo que es importante visibilizar la sobrecarga que hoy tiene ser mujer. El discurso del empoderamiento femenino, que comparto mucho y agradezco a las mujeres que nos antecedieron… veo que en el momento en el que estamos hoy nos está quemando, porque estamos trabajando, como si no maternáramos y maternando como si no trabajáramos y todo a costa de nuestro bienestar. Hoy decimos nosotras podemos, pero a costa de qué?.
–¿Entonces crees que el empoderamiento femenino ha afectado nuestro bienestar?
-Si, entendido como yo puedo con todo… por lo que es de las cosas que hay que hacerle zoom hoy.
-Tu libro es un llamado fuerte a la autenticidad, ¿Por qué nos cuesta tanto a las mujeres ser fieles a nuestra esencia?
-Nos cuesta tanto a mujeres como a hombres; sin embargo con nosotras -desde que nacemos- hay una serie de expectativas de cómo nos debemos comportar y ver, con este estereotipo de la super woman que, si bien ha ido cambiando a través de las épocas, está en el inconsciente colectivo. Desde que somos muy chicas somos educadas en un deber ser cultural, que es el que nos mantiene rígidas. Nosotras queremos hacer cosas pero el cómo nos verán pesa más.
-En ese camino, ¿qué tanto nosotras escuchamos nuestra voz interior y nuestro cuerpo, que son aspectos que también mencionas en tu publicación?
-Nosotras hemos dejado de escuchar mucho a nuestro cuerpo y a nuestros ciclos y todo ha pasado a ser un problema, desde la menstruación hasta los cambios de ánimo. Porque hemos intentado adaptarnos a un mundo lineal que estaba marcado más bien por lo masculino, sin reconocer nuestra naturaleza cíclica y nuestras etapas… nos hemos tratado de igualar y de no parecer menos en un mundo masculino.
-¿Y qué pasa con nuestro interior, se nos dificulta escuchar lo que nos dice el alma?
-Depende de la mujer, pero muchas veces no se le ha dado suficiente rol e importancia a la intuición. Estamos en una sociedad donde se valora mucho lo científico, la data, lo que se puede ver y no le hemos dado el peso que tiene a la intuición.
En la humanidad los sueños y la intuición siempre han tenido un rol relevante, bajo esa premisa estamos mucho más desconectadas de nuestro cuerpo y es uno de los malestares que tenemos, porque no sabemos cuándo parar… la intuición es una brújula que tenemos que escuchar y no la hemos sabido valorar y reconocer.

Vulnerabilidad y propósito
-También nos hablas de ciertas barreras que nos impiden avanzar hacia lo que nosotros somos, se habla de ciertos arquetipos de mujeres como la víctima, la que busca agradar, la autoexgente etc..¿Qué tan vigentes están ellas en la juventud actual?
-Son arquetipos que conviven igual, pero en distintas mezclas. La víctima era un rol más socialmente aceptado hace unos años. Hoy hay menos espacio; sin embargo, es un rol muy presente por cómo hemos sido criadas viendo Disney, que muestra princesas que son salvadas por un príncipe, lo cual también nos ha ido moldeando, en que tienen que venir a rescatarnos.
El arquetipo de superwoman – que busa ser exitosa, buena mama, estupenda- de las mujeres que yo mentoreo es el que el veo más presente, pero creo que tiene que ver con el entorno y con lo que vas eligiendo. Pero también hoy vemos mucho a las mujeres que se achican por no molestar, para que no vayan a pensar que son ambiciosas o egoístas etc. y al achicarnos estamos dejando de compartir e inspirar a otras personas.
-¿Por qué nos cuesta tanto mostrarnos vulnerables?
-Esto es, porque de cierta forma cuando nosotros tomamos acción o nos atrevemos a algo estamos saliendo de nuestra zona de confort y siempre que te expones a algo nuevo tienes la posibilidad de fallar y surge la vulnerabilidad ,porque está la probabilidad de que las cosas no funcionen…siempre va haber gente que va a poder opinar y eso es lo que nos coarta y nos da vergüenza y ella, lo más triste es que nos da con los más cercanos.
-Nos llamó la atención la definición que se plantea del propósito, al definirlo más allá de un objetivo, sino como estar en paz con lo que estoy haciendo y cómo lo estoy haciendo. ¿Qué tan importante es vivir con esa definición de propósito?
-Yo estuve mucho tiempo sintiendo ansiedad, porque no encontraba mi propósito…sentía que mientras más lo perseguía más se me arrancaba y ahí vino un cuestionamiento de qué es el propósito y si hay uno para toda la vida. La definición más básica es que propósito es una meta y al tratarlo de esa forma, el premio está en la recompensa; sin embargo, a lo que yo lo atribuyo es al sentido, que independiente de lo que estés haciendo tú sientas que tiene un sentido y que es valioso para ti. Así, el propósito pasa a ser una forma de estar en el mundo.








