Por: Elizabeth Salazar T.

Para quienes gustan de las películas de acción acá tienen una buena opción, trata de Boy (Bill Skarsgård), un joven que deberá enfrentarse a la desquiciada matriarca de una corrupta dinastía post apocalíptica que lo dejó huérfano, sordo y sin voz. Tras vivir una trágica infancia, un enigmático chamán le convertirá en un instrumento de venganza y lo soltará en su lejana distopia en vísperas de la matanza anual de disidentes. Intentando encontrar su lugar, Boy se unirá a un grupo de resistencia a la vez que mantendrá intensas discusiones con el fantasma de su rebelde hermana pequeña.

El estilo de narración de este film, es distinto, su protagonista es mudo, por lo tanto todo lo que va contando, es a partir de una voz en off, que cuenta sus pensamientos. El ritmo es muy dinámico, no hay que ni pestañar, para no perderse detalle. Aunque de a poco va armando una historia, que logra ser redonda, es decir, donde todo tiene sentido.

Fue inevitable no recordar a “Kill Bill” (2003), Boy se entrena con un maestro oriental, la sed de venganza, las coreografías de sus infatigables peleas, es muy sangrienta, tiene una buena sonora, además de humor negro y un relato ágil.

 Su protagonista Bill Skarsgård, se nota que lo pasó muy bien interpretando este rol. A pesar de que la película tiene situaciones bizarras, también tiene crítica social, como los gobernantes se aprovechan del pueblo.

Realmente, se pasa un muy buen rato viéndola. Una película entretenida y diferente.

 Se estrenó el 26 de abril en cines.

Director: Moritz Mohr

Duración: 112 Minutos

Distribuye: BF Distribution