Este accesorio evitará daños en los cojinetes por el cemento o asfalto caliente, y que se entierren espigas entremedio de los dedos, que se infectan y terminan en cirugía.
Cada vez es más común ver perros con zapatos caminando por las calles. Y si bien esto puede ser visto como un accesorio innecesario para algunos, hay veterinarios que recomiendan su uso sobre todo en verano, ya que sus cojinetes pueden quemarse y herirse con el cemento o asfalto caliente.
“Se recomienda su uso cuando hay altas temperaturas y el asfalto o cemento se calienta mucho; para cuando nuestras mascotas salen a lugares que se puedan incrustar espigas o pastos entre sus dedos, que se entierran, infectan y terminan en cirugía; y en invierno para evitar que se mojen las patas con la lluvia y que vuelvan a casa con sus patas embarradas”, explica la veterinaria y product manager de Ripley Pets, Elizabeth Blanco.
En el mercado nacional, específicamente en Ripley.com, se pueden encontrar, por lo menos, cuatro tipos de zapatos para perro, con precios que van desde los $ 16.990 a los $ 29.027, y se clasifican en botas impermeables, zapatos todo terreno, botines estilo calcetín y zapatos de goma, e incluso calcetines para poner debajo de las botas: “Lo importante a la hora de comprarlos es fijarse en el material, que se adapte a la necesidad del perro y que sea apto para sus patas, que la talla sea la correcta, para que sean cómodos, y que tenga un amarre seguro sin generar daño”, enfatiza la veterinaria y product manager de Ripley Pets.
Respecto a la frecuencia de uso, Blanco indica que no es bueno que los usen todo el día, sino que lo hagan solo para los paseos. “Podrían generarse hongos por humedad o incluso crear problemas de propiocepción debido a que tienen terminales nerviosos en sus patas”, advierte.
Finalmente, la veterinaria explica cuál es la forma correcta para acostumbrar al perro a usar sus zapatos. “Se debe hacer un proceso de adaptación a ellos con mucho amor y premios, para que ellos lo tomen en forma positiva, para no generar estrés en ellos, porque es algo a lo que no están acostumbrados. El porte y la edad del perro no son un impedimento para que se adapten, mientras sea un proceso con paciencia y dedicación”, señala.