• Sin duda, una mujer que usa tacos altos se ve más estilizada, elegante y luce un aire de coquetería, pero su uso habitual puede ocasionar daños en pies, tobillos y rodillas. Es por ello que en esta nota te contamos de qué manera prevenir estas lesiones y cómo elegir el calzado más adecuado.

Taco aguja, taco chino, con plataforma o sin ella. La moda del calzado femenino ofrece una amplia variedad de modelos para todos los gustos y todos los bolsillos. Diferentes colores y materiales, texturas y formas. Algunos demasiado altos, otros lo suficientemente cómodos para caminar un buen trecho. Los tacones son el placer culpable de la gran mayoría de las mujeres, aquel que muchas veces le dan sentido a la frase “antes muerta que sencilla”, porque hay que decirlo: un par de piernas sobre unos bellos tacos altos se lucen más. Pero muchas veces esto conlleva el sacrificio de sufrir dolores articulares, de pies o problemas posturales que a la larga pasarán la cuenta.

Lesiones más comunes

El doctor Jorge Filippi, profesor asistente de la Facultad de Medicina UC y traumatólogo experto en cirugía de tobillo y pie de Red de Salud UC CHRISTUS, explica que las lesiones más frecuentes relacionadas con el uso de tacos altos son:

• Traumáticas: tienen que ver con la pérdida de estabilidad, que dificulta el equilibrio, aumenta el riesgo de caídas y puede llevar a esguinces de tobillo.

• Por sobrecarga: se relacionan con la presión ejercida, ya que el uso del zapato alto redistribuye el peso del cuerpo sobre una superficie más pequeña (los dedos), cuando lo normal es que la carga se reparta en todo el pie. Esto puede producir dolor en los puntos de apoyo de la parte delantera del pie (metatarsalgia), callosidades (hiperqueratosis), juanetes (crecimiento óseo en la articulación en la base del dedo gordo) y dedos en martillo o en garra (recogimiento de los dedos más pequeños del pie, cuyos músculos pierden la capacidad de estirarse, por lo cual persisten doblados incluso al andar sin zapatos).

Otro efecto del uso constante de este tipo de calzado es el acortamiento del tendón de Aquiles, que permanece tensado. “Las mujeres que ocupan tacos en forma habitual tienen dificultad para andar descalzas, porque al tratar de apoyar el talón, el tendón se elonga y eso les molesta”, dice el especialista.

Un caminar antinatural

Por muy estéticos que sean y por muy lindas que se vean las piernas cuando se anda con tacones, lo cierto es que su uso es absolutamente antinatural. El doctor Filippi lo explica: “El movimiento normal de la marcha consta de tres fases. Primero se apoya el talón, después se pisa con el pie completo y luego se produce el despegue de la parte de apoyo delantera. Cuando tú andas con tacos esto no ocurre igual y la fase de despegue es más restringida, por lo que puede resentirse la musculatura de las piernas. También puede haber molestias en la rodilla, ya que para que la mujer se pueda mantener erguida en esta posición tiene que estirarla excesivamente. Lo mismo sucede con la espalda, que debe estar más recta de lo habitual para poder equilibrarse, lo que aumenta la lordosis (curva hacia adentro de la columna lumbar justo por encima de los glúteos). Esto puede producir dolor anterior de rodilla y también dolor de espalda”.

¿Tacos para todas?

Tacos altosRespecto de quiénes no deberían usar tacos altos por ningún motivo, el especialista es cauto, ya que a su juicio la mujer que quiera utilizarlos lo hará igual. Sin embargo, dice que hay algunas excepciones, con las cuales habría que tener más cuidado. “Por ejemplo, una persona con una diabetes avanzada, con problemas de sensibilidad en los pies, tiene más posibilidades de sufrir úlceras y lesiones al utilizar este tipo de zapatos”. Lo mismo sucede cuando hay sobrepeso u obesidad, ya que la sobrecarga en la parte de apoyo delantera del pie se incrementa.

En el caso de las niñas y preadolescentes, el doctor Filippi sugiere que eviten los tacos altos porque sus pies aún están en crecimiento. “El uso de estos zapatos tiene que ver con la moda, pero lo cierto es que hacen mal, porque cambian la mecánica de la marcha y aumentan la carga donde no se debiera tener, por lo que idealmente no se deberían utilizar”.

¿Cómo elegir el calzado correcto?

• Si vas a comprar un zapato con taco alto, que este no supere los 5 cm (el ideal es de 2 a 3 cm).

• Prefiere aquellos modelos con terraplén o tacos anchos, ya que ayudan a la estabilidad.

• Elige el llamado “taco chino”, que al abarcar desde el talón hasta la parte delantera del pie otorga un mayor soporte.

• Evita el taco aguja, debido a que aumenta el riesgo de que te dobles el tobillo y te caigas.

• Fíjate en que el contorno del zapato sea lo suficientemente ancho. Para ello puedes dibujar tu pie sobre una hoja y luego trazar encima la silueta del modelo que deseas usar. Si el borde del zapato es más pequeño que tu pie, no es el adecuado.

• Pruébate ambos zapatos, ya que existen asimetrías que pueden hacer que un lado quede bien y el otro mal.

• Anda a comprarlos al final de la jornada, porque es el momento en que los pies están hinchados como sueles tenerlos durante la mayor parte del día.

• Confirma que no te aprietan y te quedan cómodos desde el principio. El cuero no se ablanda ni cede con el tiempo.

• Pruébatelos de pie y camina un rato con ellos.

El mito de la cinta adhesiva

Algunas veces el origen del dolor de pies está en el llamado neuroma de Morton, una lesión que comprime el nervio que pasa entre el tercero y el cuarto dedo del pie, por lo que este se engrosa y duele. Se cree que el uso de zapatos apretados y de tacos altos –entre otras cosas– podría influir en la aparición de esta molestia y, por ello, es más común en las mujeres. En Internet se ha difundido una supuesta técnica para aliviar este dolor, que consiste en unir con cinta adhesiva la base del tercer y cuarto dedo del pie. Sin embargo, el doctor Filippi descarta que esto tenga un efecto real. “Al estar comprimido el nervio, este se inflama y produce dolor en la zona de apoyo, que además se irradia hacia los dedos. Por lo tanto, el origen de la molestia está en esa inflamación, la que no disminuiría al vendar los dedos”.

Para reducir las molestias generadas por la sobrecarga en la parte delantera del pie se pueden poner almohadillas o plantillas pequeñas dentro del zapato. Sin embargo, lo mejor es limitar la frecuencia del uso de los tacos altos. Mientras menos tiempo se ande sobre ellos, mejor. Un buen consejo es usar calzado bajo y cómodo durante los traslados y reservar los tacones para la oficina o para alguna ocasión especial.

Colaboración: Dr. Jorge Filippi, Traumatología y Ortopedia, Red de Salud UC CHRISTUS.