Se trata de aquellas palabras que crean sensaciones que generan bienestar, alegría, buen vínculo, sensaciones agradables. En los niños permite generar buenos recuerdos y emociones.
Por Rebeca Ubilla M.
Vivimos en un mundo donde las buenas noticias escasean, con redes sociales que muchas veces se usan para descalificar y agredir a los demás. Por esto, creemos que cada vez cobra más importancia la utilización de un lenguaje positivo, tanto en nuestras relaciones personales como laborales.
¿De qué hablamos?
Del lenguaje que busca utilizar conceptos que crean sensaciones que generan bienestar, alegría, buen vínculo, sensaciones agradables, explica Juan Pablo Westphal, psicólogo de Centro de Salud Mental de Clínica Santa María.
Inconscientemente muchas veces usamos un lenguaje negativo, que daña. Ejemplo de ello es la violencia sicológica, que pasa por la utilización de un lenguaje duro, descalificador, con insultos que produce emociones negativas.
Hay que tener en cuenta que lenguaje que usamos es importante porque: Las palabras construyen realidades y la palabra evoca imágenes, emociones, sensaciones y recuerdos.
¿Cómo el lenguaje impacta nuestras relaciones?
Las personas nos vinculamos con los demás por medio de la comunicación y la forma de comunicarnos es a través del lenguaje, los gestos, nuestra expresión corporal y las emociones, entre otros.
El psicólogo explica que si nos comunicamos con un lenguaje agradable que “tira para arriba” nuestro vínculo va a fluir con más naturalidad y va a impactar abiertamente en que tengamos una buena relación con los demás.
Agrega que “un lenguaje basado en el respeto, la tolerancia y buena onda va a construir relaciones marcadas por esos aspectos, por lo que serán relaciones más nutritivas en las cuales creceremos ambos y nos acompañaremos en la vida con más libertad y alegría”. Tratarse con respeto no quiere decir que pensemos igual, pero podemos dar opiniones sin por eso descalificar.
Ventajas de un lenguaje positivo:
-Fomenta una actitud optimista.
-Mejora la autoestima.
-Ayuda a construir relaciones saludables.
-Fomenta la creatividad.
-Promueve la solución de problemas.
¿Qué palabras usar?
-Dile sí a las palabras que: evoquen alegría, bienestar, buenos valores, principios e intenciones, que estimulen emociones positivas, recuerdos bonitos, que apunten a generar buenos diálogos y buenas relaciones.
-Dile no a las palabras que: descalifiquen, humillen, evoquen malos recuerdos y sensaciones, que destruyen una relación.
No usar palabras extremistas como: todo, nada, siempre, nunca. Si se usan mucho en el día a día van descalificando.
¿Y los niños?
El especialista indica que un niño tratado con amor, al que además de los abrazos y cariños, se le trata con un leguaje amoroso, que fortalece y empuja, desarrolla buenos recuerdos y emociones.
Ten en cuenta que el leguaje amoroso también implica juicio de realidad, esto significa que puedo poner una norma, un límite e incluso reprender, pero con un lenguaje justo y amoroso. “Puedo retar con amor y no insultando y descalificando”, señala Westphal.
Más información en: https://psicologosencasa.com/
Instagram: @psicologos_en_casa_