- Los niños y adultos mayores son los más propensos a contagiarse de influenza, adenovirus y coronavirus durante estas fechas, sobre todo tras la vuelta a clases.
- Especialistas recomiendan un buen lavado de manos, evitar el contacto estrecho con personas con síntomas respiratorios, hacer uso correcto de mascarillas cuando sea necesario y mantener el estado de vacunación al día.
Conocidos por tener una mayor circulación en ciertas épocas del año, los virus respiratorios estacionales suelen ser frecuentes entre niños y adultos mayores durante los primeros meses de otoño, ya que, según especialistas, son los rangos etarios más vulnerables frente a contagios.
De acuerdo al último informe del Instituto de Salud Pública del Ministerio de Salud, de los 525 casos positivos registrados durante la semana del 2 al 8 de abril, la Influenza A fue el virus más detectado (29,3%). El grupo de edad más afectado fue el de 5 a 14 años. Luego se presentan casos de Adenovirus (23,4%), Parainfluenza (17,9%), SARS-CoV-2 (14,1%), VRS (9,9%), Influenza B (4,0%) y Metapneumovirus (1,4%). Sin embargo, de los 2.174 casos estudiados, el 25,6% correspondió al grupo de 1 a 4 años.
Al respecto, la Dra. Gema Pérez, broncopulmonar infantil de Clínica Dávila y Dávila Vespucio, sostiene: “Desde el inicio de clases hemos visto continuamente el aumento de las consultas respiratorias, tanto ambulatorias como en urgencias. En este momento está circulando bastante influenza, rinovirus y coronavirus en niños y, por supuesto, uno que otro caso de virus sincicial, adenovirus, enterovirus”.
Por este motivo, recomienda la especialista: “Prestar atención a todos los síntomas respiratorios que al inicio son comunes, pero, cuando no baje la fiebre, llevar a los niños a urgencia, sobre todo a los más pequeños cuando hacen pausas para respirar y se les hunden las costillas”.
“Sabemos que iniciando el año escolar empiezan a circular mayores virus en los niños, dada las condiciones en que están, con salas cerradas y poca ventilación, por ello, se producen más contagios. Los padres deben preocuparse y asistir a un centro de atención de urgencia cuando el niño deje de comer, sienta decaimiento, tenga tos persistente asociada a dificultades respiratorias y su fiebre se mantenga por más de 3 días pese recibir tratamiento. La fiebre no es un síntoma por sí solo para alertarse, debe acompañarse de los signos ya mencionados”, asegura el Dr. Alfredo Labarca, urgenciólogo de Help.
Asimismo, la Dra. Ana María Herrera, broncopulmonar infantojuvenil de Clínica Santa María, complementa: “En estos días hemos visto muchos niños con síntomas de resfrío, con moquitos, un poco dolor de garganta y de tos. Por el incremento de las infecciones virales, en esta época también hemos visto bastantes niños con asma, que se han descompensado, muchos con crisis, incluso llegando a hospitalizarse”.
Para evitar este tipo de virus, especialistas sugieren tomar algunas medidas:
- Una buena higiene de las manos con alcohol gel o agua y jabón.
- Hacer uso correcto de mascarillas en espacios cerrados y evitar los contaminantes intradomiciliarios como el humo del tabaco.
- No tener contacto estrecho con personas que presenten síntomas respiratorios.
- Evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura.
- Promover desde la infancia la cobertura de la boca y la nariz al momento de toser o estornudar con el antebrazo.
- Mantener el estado de inmunizaciones al día.
Respecto al último punto, el Dr. Jaime Lozano, jefe de Pediatría de Clínica Santa María, destaca que los niños vacunados poseen menos síntomas y riesgos de contagio: “En el caso de la del coronavirus, son dos dosis y hay un primer y segundo refuerzo, ya que en nuestro país está aprobada para su uso en los mayores de tres años. La tasa actual de vacunación y de refuerzo en niño es muy baja. También hay que recordar que se inició hace algunas semanas la campaña contra la influenza y dentro del grupo objetivo están los niños entre seis meses y 10 años, enfermos crónicos, personas sobre los 65 años, embarazadas, entre otros”.
De la misma forma, la Dra. Leonila Ferreira, jefa de la Unidad de Paciente Crítico (UPC) de Clínica Biobío, agrega: “Tenemos una baja vacunación en los grupos de riesgo, lo cual, lamentablemente, podría llevar a un aumento de casos graves. Esto se debe a que, pasado el tiempo, los niveles de anticuerpo disminuyen y con ello la inmunidad para el virus. Llegando a necesitar hospitalización, incluso en unidades de cuidados intensivos”.